La virginidad es una farsa, dicen Ellen Støkken Dahl y Nina Dølvik Brochmann, y armadas con un aro de esos para jugar hula hula forrado con una delicada película de plástico transparente, se proponen explicárselo a su audiencia.
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Fundamentalmente, nada hay en su aspecto que revele un antes y un después del coito, como de tanto repetirse hemos llegado a creer.
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La virginidad es una farsa, dicen Ellen Støkken Dahl y Nina Dølvik Brochmann, y armadas con un aro de esos para jugar hula hula forrado con una delicada película de plástico transparente, se proponen explicárselo a su audiencia.
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Cuando la guerra religiosa llega a su máxima expresión... no hay espacio para los acuerdos.
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