A los 8 meses de edad, William James Sidis (1898-1944) aprendió a alimentarse solo; a los 18 meses estaba leyendo el New York Times y sabía deletrear muchas palabras en inglés. Aprendió griego a los 4 años. Y ese mismo año aprendió latín por su cuenta como regalo de cumpleaños para su padre. A los 6 aprendió lógica aristotélica y entre los cuatro y los ocho años escribió cuatro libros: dos de ellos sobre astronomía y anatomía. Otro contenía la gramática de un idioma llamado vendergood, una lengua inventada por él mismo y que nacía a partir del griego, latín, alemán y francés (hasta contenía casos gramaticales que inventó el propio William). Y esa fue solo la infancia de aquel neoyorquino, descendiente de ucranianos y judíos que desde pequeño comenzó a destacar por su talento e inteligencia, aunque no por sus habilidades sociales, incluyendo su etapa adulta.