En la tradición litúrgica cristiana, el tercer domingo de Adviento —conocido como Domingo de Gaudete— se distingue por un gesto lleno de significado: el encendido de la vela rosada en la corona de Adviento. Este día, que en 2025 se celebrará el 14 de diciembre, marca un punto de alegría en medio del camino espiritual hacia la Navidad.
El término Gaudete proviene del latín y significa “alégrense”. A diferencia del tono más penitencial de las semanas anteriores, este domingo irrumpe con un llamado al gozo, recordando a los fieles que la llegada del Señor está cada vez más cercana.
La vela rosada, única en su color dentro de la corona —compuesta por tres velas moradas y una rosada— simboliza precisamente esa alegría esperanzadora. Al ser más luminosa que el morado tradicional, representa un descanso espiritual, un respiro que anima a continuar el camino con renovada fe.
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Su encendido se realiza durante la misa dominical o en reuniones familiares frente a la corona de Adviento. Colocada en tercer lugar, se ilumina tras las dos velas moradas iniciales, reflejando el avance del tiempo litúrgico y la cercanía de la Navidad.
El rito suele acompañarse de oraciones, lecturas y cantos que invitan a agradecer las bendiciones recibidas y a vivir con esperanza. (I)





