La tradición de comer 12 uvas cuando empieza la cuenta regresiva antes de que termine un año y empiece el otro, es uno de los rituales más populares que existe en la cultura de muchos países del mundo.

Basta que empiecen a sonar las campanadas para que se sienta la tensión de quienes tienen listas estas pequeñas frutas moradas o verdes para pedir 12 deseos mientras se las llevan a la boca y aunque cada quien tiene su propio método, es muy difícil que halla un hogar que no tenga esta tradición, reseña As. Pero, ¿A qué se debe esto? ¿Cómo empezó todo?

Foto: Pixabay

Origen de comer uvas durante el fin de año

National Geographic afirma que esta tradición en la que cada uva representa un deseo para los meses del siguiente año, proviene de España y se ha extendido a Portugal y a países lationamericanos.

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Aunque hay muchas explicaciones para esta costumbre, se tiene la teoría de que sus orígenes datan de 1909, año en el que hubo una muy buena cosecha de uva y los productores decidieron movilizar las ventas ofreciéndolas como “uvas de la suerte” en paquetes preparados que contenían 12 de estos frutos en referencia a los meses del año que estaba por venir.

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Fue entonces que esta tradición se fue puliendo con el pasar del tiempo hasta llegar a la actualidad, cuando se considera que la uva atrae abundancia y que hay que pedir un deseo cada vez que se come una de las 12 a la entrada del nuevo año.

¿Por qué con uvas?

Como se dijo antes, la uva ha sido tradicionalmente relacionada a la buena suerte, a la positividad y a la espiritualidad. Por ende, comer 12 de ellas para recibir al nuevo año simboliza la buena suerte; además de eso, era una fruta económica en España.

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