La Iglesia católica conmemora a la Virgen de los Dolores _también conocida como Virgen de la Amargura, Virgen de la Piedad o la Dolorosa_, el 15 de septiembre, pero en Ecuador también se la celebra el 20 de abril por su suceso especial.

La devoción a la Madre Dolorosa se remonta hasta los orígenes de la Iglesia, cada vez que los cristianos recordaban los dolores de Cristo, siempre asociados a los de su madre María, detalla el portal ACI Prensa.

Sin embargo, la advocación a Nuestra Señora de los Dolores (Mater Dolorosa) cobra forma e impulso recién a partir de finales del siglo XI. Décadas después, para 1239, en la diócesis de Florencia, los servitas (Orden de frailes Siervos de María) destinaron el 15 de septiembre para celebrar a la Virgen Dolorosa, día que quedaría oficializado a inicios del siglo XIX (1814) por el Papa Pío VII, quien le concedió el rango de fiesta.

Publicidad

En Ecuador, la Madre Dolorosa, la virgen de los estudiantes, tiene una fiesta aparte por los sucesos del 20 de abril de 1906 en el colegio San Gabriel de Quito.

La Madre Dolorosa también es conocida como la virgen de los estudiantes. Foto: Archivo

La historia indica que ese día 35 estudiantes de este colegio regresaron cansados de una excursión y bajaron a cenar al comedor. Allí estaba una litografía de San José con el Niño y una oleografía con el busto de Nuestra Señora de los Dolores con el corazón visible traspasado por siete puñales, en la mano izquierda los tres clavos de la cruz y con la derecha –estrechando sobre su pecho– la corona de espinas.

A las 20:00 acabando de cenar los menores, de entre 10 y 11 años y que eran alumnos internos, y Luis Alberdi, inspector general, iniciaron una conversación sobre el trágico terremoto ocurrido dos días antes en San Francisco, en California.

Publicidad

Muy cerca de la imagen de la Virgen estaban los alumnos Jaime Chávez, Carlos Hermann y Pedro Donoso, recuerda el portal del colegio San Gabriel, de Quito.

Hermann, de repente, quedó pasmado. Observó que los párpados de la imagen se movían. En un primer momento creyó que lo visto era producto de su imaginación. Sin embargo, Chávez, quien también se había fijado en la imagen, dijo: “¡Ve a la Virgen!”. Ambos quedaron atónitos observando que la imagen abría y cerraba los ojos como una persona viva.

Publicidad

Poco a poco comenzó a difundirse el suceso entre el resto de estudiantes. Uno de ellos comunicó el hecho al padre Andrés Roesh, prefecto del colegio, y a Luis Alberdi, inspector.

El fenómeno duró cerca de quince minutos.

La devoción a la Madre Dolorosa se remonta hasta los orígenes de la Iglesia, cada vez que los cristianos recordaban los dolores de Cristo, siempre asociados a los de su madre María. Foto: Archivo

El 21 de abril empezó a correr en Quito el rumor del extraño acontecimiento. La suprema autoridad eclesiástica de entonces, monseñor Ulpiano López Quiñónez, vicario capitular, ordenó “que se cubra dicha imagen y nada se publique por la prensa ni en el púlpito relativo a ese acontecimiento, mientras no se decida sobre su valor y autenticidad”.

Los peritos José María Troya, profesor de Física; Carlos Caldas, profesor de Química de la Universidad Central; José Lasso, fotógrafo, y Antonio Salguero, pintor, concluyeron que el hecho no pudo darse por el efecto de la luz o por las condiciones en las que estaba ubicado el cuadro, pues el movimiento de los párpados se repitió varias veces. La imagen fue calificada por este grupo como perfecta.

Publicidad

También un grupo de médicos analizó a cada uno de los testigos y concluyó que el hecho no fue efecto de una ilusión sensorial.

El 25 de abril de 1906 se instauró un proceso canónico.

Después de todas las indagaciones y procesos, la autoridad eclesiástica emitió su dictamen el 31 de mayo de 1906, que en su parte esencial decía:

“1. El hecho, verificado en el colegio de los jesuitas, está comprobado como materialmente cierto.

“2. Por las circunstancias en que acaeció, no puede explicarse por causas naturales.

“3. Por los antecedentes y las consecuencias, no puede atribuirse a influjo diabólico.

“En consecuencia, puede creérselo con fe puramente humana y, por lo mismo, puede prestarse a la imagen que lo ha ocasionado, el culto permitido por la Iglesia y acudir a ella con especial confianza”, concluyó el informe.

Según los registros históricos la imagen de la Madre Dolorosa volvió abrir y cerrar los ojos el 13 de junio del mismo año y en el mismo colegio, luego el 26 de junio ante religiosos dominicos. El 3 de julio ocurre delante de la gran cantidad de personas de la iglesia de la Compañía de Jesús y el 5 de julio cuando se nombró un nuevo arzobispo de Quito.

En 1956 el sacerdote salesiano Pío XII concedió la coronación canónica de la Dolorosa del Colegio San Gabriel, declarándola Reina de la Educación Católica en el Ecuador. (I)