Puede sonar a ficción, pero el cuerpo es una llave para entender aspectos escondidos de tu personalidad o de tu estado emocional. La mente es poderosa, y si lo dudas, ponlo a prueba con el siguiente test de personalidad basado en la forma de tus manos.
El test de las manos se basa en la idea de que las manos reflejan lo más básico de la personalidad y se asocian a un elemento. Esta clasificación se hace tomando como referencia a la temperatura y a la forma de tus dedos.
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Existen cuatro elementos básicos: Agua, Aire, Tierra y Fuego, aunque algunos tests incluyen al metal también. Cada ejemplo de mano, según la forma y la temperatura, se asocia a un elemento. Lo rojo refleja lo más tibio y lo azul lo más frío.
Antes de presentarte el test, debes tener en cuenta que los resultados pueden decirte aspectos positivos y negativos de tu personalidad. Si no te identificas con ninguno de los rasgos, vuelve a examinar tu mano o sé más introspectivo. Tal vez no conozcas esa parte de ti.
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¿Cuál es tu mano?
Resultados
Manos de tierra: Las personas con palmas y dedos grandes y gruesos tienen manos de tierra. Suelen ser sabias y buenas líderes, muy estructuradas y organizadas. Son arriesgadas, aunque sobrepiensan mucho las cosas. Les hace falta la flexibilidad y espacio de su elemento contrario, el aire.
Manos de fuego: Si tienes palmas largas y dedos cortos, probablemente tengas manos de fuego. Estas personas son pasionales, guerreras y valerosas. Pueden ser tercas y no dar su brazo a torcer cuando se trata de sus opiniones. Les puede faltar la emotividad y sensibilidad de su elemento contrario, el agua.
Manos de aire: Los dedos largos y delgados son característicos de las manos de aire. Estas personas son ágiles y elegantes, hábiles en el arte y muy inteligentes. Parecen amigables, pero también necesitan de su propio espacio. El elemento del que necesitan aprender disciplina y concentración es de la tierra.
Manos de agua: Este es el elemento más emotivo, compasional y emocionalmente inteligente. Las personas con manos de fuego no tienen miedo de exponer sus sentimientos y ayudar a los demás. Pero les hace falta el ímpetu de los signos de fuego.