Durante el fin de semana, un niño de ocho años en Bolivia se dejó picar por una araña ‘viuda negra’ para convertirse en Spiderman, su superhéroe favorito.

Aunque ahora el niño está fuera de peligro, sí tuvo que ser hospitalizado por el veneno del animal. Este evento ha levantado las alertas en los padres por la incapacidad de algunos niños de distinguir el mundo real del de fantasía.

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Ana Lucía Carrión, una psicóloga clínica, ha visto en su práctica ya varios casos de menores de edad que intentan ser picados por una araña para conseguir el mismo efecto. En otros casos más trágicos, niños perdieron la vida por saltar desde pisos altos al creer que realmente eran superhéroes.

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“Hay muchas personas que sí se enfrascan demasiado en los personajes de ciencia ficción y podrían llegar a tener una patología”, explicó la experta en una entrevista en el programa El Mono López, transmitido por Radio City (89.3FM en Guayaquil).

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Según ella, para evitarlo es primordial el acompañamiento de los padres o tutores de los niños.

Un estudio de la medidora de audiencias Nielsen comprobó que en el cuarto trimestre del 2016, los niños de dos a 11 años vieron un promedio de 17 horas de programas en vivo semanalmente por televisión en Estados Unidos.

Es necesaria la contención de los padres para que ellos puedan ser el soporte de estos niños”, aseguró Carrión.

Una forma en la que pueden ser responsables los padres es no darles a los pequeños el libre acceso al internet y a la televisión. La psicóloga aconseja que sean los adultos quienes vean primero la serie o la película que los menores quieren ver, para estar listos para explicarles a los niños dónde trazar la raya de la realidad y la fantasía.

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También recomienda ver películas en familia y tener conversaciones sobre las dudas e inquietudes de los niños.

Sin embargo, no son solo los niños los que pueden confundir lo imaginario de lo real. Hay casos de adultos que interiorizan a un personaje ficticio y llegan a creérselo totalmente.

La realidad que vive la gente puede que sea dolorosa, entonces ellos tratan de enfrascarse en un mundo que no es real”, dijo Carrión.

Foto: internet

Según la psicóloga, esto puede deberse a un rasgo psicológico no cumplido. Por ejemplo, las personas que se identifican con un superhéroe, pueden tener la voluntad de ayudar en todo.

La especialista también puntualizó casos de mujeres que crecieron con las muñecas de Barbie, creando un vínculo tan fuerte que de adultas desarrollaron un trastorno alimenticio para verse como elas.

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Pero eso no significa que se tengan que condenar a las películas, a los juguetes, a los cómics ni a las reuniones de fanáticos, como la convención de la Comic Con que tuvo lugar este fin de semana en Guayaquil.

“Es bonito tener un sentido de pertenencia y sentir que alguien te acoge y que puedes hablar de los mismos temas”, detalló Carrión.

Además, los cómics son una manera de incentivar a la lectura y creatividad.

Por eso, la psicóloga aconseja ser críticos al ver una película, una serie o leer un libro, identificar qué es lo positivo y qué es lo negativo y no sucumbir al marketing. (I)