La vida de Roya Karimi transcurre hoy entre aplausos y premios. Es campeona de fisicoculturismo. Hace tan solo 14 años, su día a día no era así. Debió huir de su país, Afganistán, donde fue víctima de un matrimonio infantil. Al escapar de su suelo natal lo hizo con su madre y su hijo, de un año. Una nueva Roya nacía, una triunfadora estaba en formación.

Roya tenía 15 años cuando su hijo nació. Mira el pasado y dice: “Tuve la suerte de escapar de esta situación, pero muchas mujeres aún no gozan de sus derechos humanos más básicos, como la educación. Es realmente triste y descorazonador”.

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Su vida, dedicada al fisicoculturismo, no la hace desconectar de sus raíces y siente dolor por lo que niñas y mujeres afganas sufren desde hace cuatro años, cuando regresaron los talibanes al poder.

“Hoy, la voz de una niña afgana ha sido silenciada hasta el extremo en que ni siquiera puede ir a la escuela. Tampoco puede salir de la casa sin un hombre que la custodie, mucho menos tomar sus propias decisiones, tener el derecho a pensar, expresar opiniones, enamorarse o vivir su vida”, opina Roya para BBC Mundo.

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Vida nueva en Noruega

Cuando Roya huyó de Afganistán solicitó asilo en Noruega.

En ese país, “experimentó un ambiente completamente diferente. Tuvo que adaptarse a una nueva cultura, más liberal, encontrar un empleo y aprender a hablar noruego”.

Roya estudió enfermería y trabajó en un hospital en la capital, Oslo.

Frecuentaba el gimnasio y encontró otra pasión.

“Ir al gimnasio no era solo una forma de hacer ejercicio físico; sino también una manera de reconstruir su autoestima, redefinir su propia personalidad”.

Con el fisicoculturismo, al que entró hace 14 años, supo cómo ir liberándose de las limitaciones mentales y sociales que le habían impuesto durante años, explica BBC.

El fitness es mi poder, la libertad es mi vibra.

Roya Karimi

Paralelamente a su carrera de enfermería, Roya continuó su formación en nutrición y asesoría de salud, y finalmente obtuvo un título en preparación física.

Hace un año, Roya decidió abandonar la enfermería para entrar en el mundo del fisioculturismo profesional.

Amor y competencias

En Noruega y gracias al deporte conoció a su segundo esposo, Kamal Jalaluddin. Ambos, de acuerdo con BBC, “están reconocidos como la primera pareja fisicoculturista de Afganistán”.

“Ver a Roya en el escenario fue la realización de un sueño que construimos juntos”, señala Kamal.

La afgana ganó oro en la categoría Wellness en el Abierto de Stoperiet de fisicoculturismo, conquistó el prestigioso Clásico de Noruega 2025 y la última semana de noviembre tiene previsto competir en los Campeonatos Mundiales de Culturismo.

Ahora, no solo lidia con las críticas -y amenazas- que recibe en redes… su familia en Afganistán le da dado completamente la espalda.

“He decidido ser yo misma y trabajar por un futuro mejor”, asegura Roya a BBC.

Lamenta las críticas: “La gente solo ve mi apariencia y mi bikini. Pero detrás de esa imagen, hay años de sufrimiento, esfuerzo y perseverancia”.

“Cada vez que voy al gimnasio recuerdo que hubo una época en Afganistán cuando ni siquiera tenía permitido hacer ejercicio libremente”, manifiesta Roya.

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Esta mujer tiene a su hijo, el amor de Kamal y seguridad en sí misma.

No olvida a las mujeres afganas: ha tejido lazos través de las redes sociales. “Les habla sobre la importancia de la salud física, la autoestima y la reconstrucción de la identidad propia”.

Comparte su deseo con el medio británico: “Espero que llegue el día en el que las mujeres afganas puedan vivir sin temor, ser ellas mismas y perseguir sus sueños”. (I)

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