Limpiar el baño, especialmente el inodoro, es una de las tareas de limpieza más arduas del hogar. Puedes usar productos caros o dedicarte toda una mañana al aseo, pero sigue siendo una labor complicada si no conoces un truco casero que te aliviará las horas de limpieza.

Se trata de una manera rápida y sencilla que te permitirá asear el inodoro a profundidad con un ingrediente que todos tenemos en la cocina: la sal. Aquí te explicamos por qué.

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La sal, que es buena descomponiendo residuos, al ser mezclada con bicarbonato y aceites esenciales ayuda a limpiar el inodoro a diario y evita que se llene de bacterias hasta el siguiente día de limpieza.

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Para aplicar este truco, debes mezclar 250 gramos de sal, 250 gramos de bicarbonato y 25 gotas de aceite esencial en un recipiente. Agítalo y viértelo en la noche sobre el inodoro. A la mañana siguiente, vierte una olla de agua hervida en el inodoro y baja la válvula.

Si pones en práctica este hábito regularmente, tu baño pronto se librará de malos olores y facilitará tu tarea la siguiente vez que te toque limpiar el inodoro. Se recomienda al menos hacer el truco un par de veces por mes.

La sal también es útil si la mezclas con vinagre. Esta sustancia puede ayudarte al limpiar el inodoro, si la dejas actuar un par de minutos y luego frotas el retrete con un cepillo.

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Recuerda que al momento de limpiar y bajar la válvula, debes cerrar la tapa del inodoro, pues la materia fecal puede flotar y quedarse en el aire. (I)