“¿Quién te dijo que fumaras? Ahora toca quimioterapia para el tratamiento. ¡Pff!”, canta en un video la jubilada Inês Chaim, de 71 años, mientras se somete a una sesión de quimioterapia contra el cáncer de pulmón.

La grabación fue compartida por ella en TikTok y se volvió viral en la plataforma, donde cuenta con más de 9,4 millones de reproducciones y 1,2 millones de “me gusta”.

La forma en que Inês habla con ironía de su enfermedad llamó la atención de muchas personas.

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“Es mi manera, no me tomo las cosas demasiado en serio”, le dice la jubilada a BBC News Brasil.

La publicación, valora Inês, es una forma de sensibilizar a la gente sobre los efectos nocivos del tabaquismo.

Fue fumadora durante más de cuatro décadas. “Sin duda, la enfermedad fue causada por el cigarrillo”, señala.

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El tabaquismo o la exposición pasiva al tabaco se identifican como importantes factores de riesgo para el desarrollo de cáncer de pulmón.

Según datos del Instituto Nacional del Cáncer de Brasil (INCA), la enfermedad está asociada al consumo de productos del tabaco en el 85% de los casos.

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A finales del siglo XX, según el INCA, el cáncer de pulmón se convirtió en una de las principales causas de muerte evitable.

Las décadas de fumar

La historia de Inês es un ejemplo de las consecuencias del tabaquismo, destaca el oncólogo Fernando Medina da Cunha, responsable de acompañar a la jubilada en el Centro Oncológico de Campinas, una ciudad ubicada unos 100 kilómetros al norte de Sao Paulo.

Inês fue fumadora durante casi 45 años. Archivo Personal Foto: BBC Mundo

El tabaco tiene miles de sustancias cancerígenas, además de la nicotina, que es una droga adictiva. Esta puede afectar no solo los pulmones, sino también el esófago, la boca, el páncreas y las células pulmonares, que pierden la capacidad de morir y comienzan un proceso de multiplicación en progresión geométrica, formando el tumor, al que llamamos cáncer por su capacidad de infiltrarse en los tejidos vecinos”, detalla el médico.

Inês dice que empezó a fumar cigarrillos cuando tenía 13 años. “A los 14 también me volví adicta a la marihuana y a los 20 empecé a consumir anfetaminas. A los 30, dejé todo menos el cigarrillo”, dice.

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Dentro de su propia familia, Inês tuvo un ejemplo de las consecuencias del tabaquismo después de que su padre, fumador durante décadas, muriera de cáncer de pulmón.

“Pero pensamos que nunca nos pasará nada”, dice la jubilada.

Cuando tenía 58 años, comenzó a notar un empeoramiento de sus problemas de salud.

Yo fumaba mucho, casi dos paquetes de cigarrillos al día. Ya no podía caminar bien porque me faltaba mucho el aire”, cuenta.

Le diagnosticaron enfisema, una enfermedad que daña las estructuras pulmonares y causa dificultad para respirar.

Ante el problema, decidió que era hora de dejar de fumar.

“Tenía 58 años cuando lo dejé definitivamente. No fue fácil, tuve que tomar medicamentos para calmarme porque estaba muy nerviosa sin fumar”, recuerda.

En 2020, después de enfrentar dificultades incluso para caminar, Inês buscó un neumólogo. Se sometió a varios tipos de pruebas y le diagnosticaron un tipo de cáncer de pulmón conocido como carcinoma neuroendocrino de células pequeñas, un tumor que se propaga rápidamente.

“Está muy ligado al tabaquismo, crece mucho más rápido y afecta a otras regiones, como huesos, hígado, boca, entre otros. Es extremadamente agresivo”, explica el oncólogo Fernando Medina.

La mujer tuvo que ser intervenida quirúrgicamente para extirparle el tumor y se sometió a unas 25 sesiones de radioterapia.

Inês afirma que enfrenta la enfermedad con optimismo. Archivo Personal Foto: BBC Mundo

“Me tomé bien el diagnóstico y el tratamiento. No lloré y no me desesperé”, dice Inês.

Añade que no se desesperó ni siquiera cuando descubrió, aproximadamente un año después de finalizar el primer tratamiento, que la enfermedad había llegado a otras regiones (proceso conocido como metástasis).

Inês se sometió a otras dos cirugías para extirpar tumores que aparecieron después del final del primer tratamiento y comenzó la quimioterapia. La jubilada se encuentra actualmente en tratamiento.

La mujer dice conocer la gravedad de la enfermedad, pero prefiere manejar la situación de la mejor manera posible.

Desde el primer diagnóstico, trató de poner su vida en orden. “Dejé una nómina, explicando todo lo que mi esposo y yo teníamos que pagar. También dejé todas mis contraseñas para mis hijas”.

Reír para no enloquecer

Una de las metas de Inês, en medio del tratamiento, era que su enfermedad se convirtiera en un aviso para otras personas, así que le pidió a su hija menor que grabara un video durante una sesión de quimioterapia.

El video fue compartido por la jubilada en TikTok y pronto repercutió en la red.

En la publicación, muchas personas le desearon mejoría, otros la felicitaron por el coraje de compartir la alerta y también elogiaron la forma en que enfrenta la enfermedad.

“Hay que burlarse de la situación, porque si me lo tomo en serio, me vuelvo loca”, justifica Inês.

Tras la sorpresa con la repercusión del video, Inês siguió compartiendo otras publicaciones sobre su historia con la enfermedad y el tabaquismo en TikTok.

En un video reciente, Inês compartió el momento en el que le raparon la cabeza. Archivo Personal Foto: BBC Mundo

El médico que la acompaña elogia la iniciativa de la paciente de divulgar las causas del cáncer de pulmón y advertir sobre el tabaquismo. “Me pareció una medida fantástica”, resume Medina.

A medida que prosigue con el tratamiento, continúa compartiendo los detalles en su perfil de TikTok.

En el video más reciente, publicado el 13 de agosto, mostró el momento en que se rapó el cabello debido a la quimioterapia.

Sobre el futuro, evita hacer planes. “Quiero vivir un día a la vez y no esperar nada. Es lo mejor que hago: vivir el presente. Siempre he sido así”, subraya.

“No sirve de nada tener miedo, porque todo el mundo se va a morir. ¿Ahora voy a estar llorando por el cáncer? ¡No lo voy a hacer!”. (I)