Para que el cabello esté limpio, suave y brillante hay una variedad de cremas, tratamientos y cuidados que se le debe dar constantemente al cabello, además de lavarlo según lo necesite.
Aunque los tratamientos y productos suelen cambiar según el tipo de cabello, existe un utensilio que la mayoría de personas usan y que casi nadie toma en cuenta al momento de cuidar la salud capilar. Se trata del cepillo o la peinilla, que está diseñado para desbaratar los nudos que se forman en el cabello y ayudar a darle forma o alisarlo.
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Si bien, para muchas personas este es un artículo de uso diario, no todos lo lavan con la frecuencia necesaria para mantenerlo higiénico. Algunos pueden tomarse semanas o meses en darse cuenta del polvo y la suciedad que cubre el cepillo o la peinilla y que afecta a la salud de su cabello.
Cómo limpiar el cepillo y la peinilla
- Retirar el cabello excedente después de peinarlo.
- Poner el cepillo o peinilla en una bandeja con agua tibia.
- Agregar shampoo y frotar el cepillo o peinilla con movimientos circulares.
- Retirar el cepillo o peinilla y enjuagar el exceso de jabón con agua tibia.
- Usar un cepillo de dientes para limpiar entre las hebras.
- Dejar secar sobre una toalla en un lugar ventilado para evitar que se forme moho.
Este proceso debe repetirse al menos una vez a la semana, para asegurarse de que el cepillo se mantenga limpio y no acumule polvo, grasa o suciedad. (I)