La pandemia del coronavirus SARS-CoV-2 no da tregua. Pese a ello, en algunas localidades del mundo se han empezado a relajar las medidas de confinamiento tras la baja de contagios; en cambio, en otros lugares —como la India, por ejemplo— el COVID-19 ataca con saña.
Entre las medidas para frenar a esta enfermedad se encuentra la vacunación. Sin embargo, la inmunización no significa que la persona no se infecte, sino que la protegerá de sufrir síntomas graves. Por ello, la consigna es seguir manteniendo las medidas de bioseguridad.
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Lavado de manos
Lávese las manos frecuentemente con agua y jabón, por al menos 20 segundos, especialmente después de haber estado en un lugar público o después de sonarse la nariz, toser o estornudar.
También se aconseja lavarse las manos antes de comer, preparar los alimentos o tocarse la cara; después de ir al baño, tras manipular su mascarilla, cambiar pañales, cuidar a una persona enferma o tocar mascotas.
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En caso de no disponer de agua y jabón, use un desinfectante de manos que contenga al menos un 70% de alcohol. Cubra toda la superficie de las manos y frótelas hasta que las sienta secas.
Uso de mascarilla
Las mascarillas se han constituido en un instrumento elemental en la lucha contra el covid. Pese a su uso, siempre se deberá respetar la distancia de al menos dos metros, especialmente si está con personas que no viven con usted.
La mascarilla debe cubrir la nariz y la boca; asegúrela por debajo del mentón. Debe poder respirar fácilmente.
La OMS y Unicef recomiendan que los niños a partir de los 12 años utilicen mascarilla en los mismos supuestos que los adultos, en particular cuando no se pueda garantizar una distancia mínima de un metro de los demás y haya una transmisión generalizada en la zona.
Por otra parte, la OMS destaca que el uso de mascarilla no debe ser obligatorio para los niños de hasta cinco años, en aras de la seguridad y el interés general del menor y dada su incapacidad de utilizar adecuadamente una mascarilla con una asistencia mínima.
Distanciamiento y ventilación
El uso de la mascarilla en la calle, supermercados, bancos, transporte público y otros sitios es básico, pero en estos lugares se complementa con el distanciamiento de al menos dos metros con respecto a otras personas.
Esto debido a que algunas personas pueden no presentar síntomas, pero pueden propagar el virus incluso mediante la respiración. Mantener distancia con los demás es especialmente importante para las personas que tienen mayor riesgo de enfermarse gravemente.
En todo caso, de ser posible, evite los espacios cerrados, congestionados o que entrañen contactos cercanos.
Los riesgos de contagio con el coronavirus son más altos en espacios abarrotados e insuficientemente ventilados, en los que las personas infectadas pasan mucho tiempo juntas y muy cerca unas de otras. Al parecer, en esos entornos el virus se propaga con mayor facilidad por medio de gotículas respiratorias o aerosoles, por lo que es aún más importante adoptar precauciones.
Las reuniones al aire libre son más seguras que en interiores, en particular si los espacios interiores son pequeños y carecen de circulación de aire exterior.
Si es posible, aumente el caudal de “ventilación natural” en los lugares cerrados. Abra las ventanas de las habitaciones y evite usar el aire acondicionado cuando se encuentre con personas que no viven en casa. (I)
Fuente: OMS | CDC EE. UU.