Ya son más de dos años desde que el mundo comenzó a registrar los primeros casos de COVID-19, ocasionado por el virus SARS-CoV-2. Desde allí se han ido descubriendo varias características de la enfermedad y su efecto a largo plazo.
Distintas olas de contagios se han evidenciado, principalmente ocasionado por las mutaciones que alcanza el virus ante su propagación. Se conoce que alrededor de 10 o 14 días una persona permanece con la enfermedad y logra superar el cuadro leve. Sin embargo, hay casos donde ciertas dolencias continúan.
Publicidad
COVID prolongado: las personas que tienen más probabilidades de contraerlo
Los médicos han diferenciado lo que conlleva una secuela por el COVID-19 a un pos-COVID o COVID prolongado.
¿Qué es el COVID prolongado?
A finales del 2021, la Organización Mundial de la Salud definió al pos-COVID como una enfermedad al plantear un caso clínico.
Publicidad
“La condición posterior a COVID-19 ocurre en personas con antecedentes de infección por SARS CoV-2 probable o confirmada, generalmente 3 meses desde el inicio de COVID-19 con síntomas y que duran al menos 2 meses y no se pueden explicar con un diagnóstico alternativo”, se indica.
Estos daños pueden estar en los sistemas pulmonar, cardiovascular y nervioso, en un primer momento se planteó que se da con mayor frecuencia en mujeres y personas de mediana edad y en aquellos que mostraron más síntomas inicialmente.
Entre los síntomas más comunes están:
- Fatiga
- Dificultad para respirar
- Disfunción cognitiva
- Trastornos del sueño
- Ansiedad
Estos pueden aparecer hasta después de la recuperación del cuadro agudo.
¿Qué son las secuelas de COVID-19?
La doctora Gema Lledó, del grupo de investigación de enfermedades autoinmunes sistémicas del Hospital Clínica Barcelona, detalló que la secuela se relaciona al daño orgánico que en un principio parece irreversible y que genera una disfunción como por ejemplo la falta de aire que experimenta un paciente al mantener daño pulmonar por la enfermedad.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos indicaron que las personas que se enfermaron gravemente experimentan efectos multiorgánicos o afecciones autoinmunes. “Los efectos multiorgánicos pueden afectar a muchos, si no a todos, los sistemas del cuerpo, entre ellos las funciones del corazón, los pulmones, los riñones, la piel y el cerebro”. (I)