Definitivamente no hay nada culposo en querer verse bien, lucir mejor, potenciar la imagen, lo que sea que eso signifique para cada persona. Pero sí es un asunto delicado los caminos escogidos para este fin.

En estos días han estado bajo la lupa los biopolímeros, un tipo de producto que se promociona como una solución de relleno para las partes del cuerpo donde uno quisiera ostentar mayor volumen.

Como viene circulando desde hace décadas, la palabra biopolímero se ha vuelto mala, negativa, satanizada.

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Los biopolímeros son polímeros de origen natural compuestos de múltiples unidades, que se encuentran típicamente en organismos vivos, incluyendo materiales como la quitina, el ácido hialurónico, el almidón y las fibras de celulosa. Foto: Shutterstock

La literatura médica explica que los biopolímeros son moléculas grandes producidas durante el crecimiento de cualquier organismo vivo, también conocidos como polímeros naturales (International Journal of Biological Macromolecules, 2022).

Los biopolímeros son polímeros de origen natural compuestos de múltiples unidades, que se encuentran típicamente en organismos vivos, incluyendo materiales como la quitina, el ácido hialurónico, el almidón y las fibras de celulosa. Presentan características de riqueza, renovabilidad y propiedades biológicas únicas.

Complicaciones de los biopolímeros

La ciencia reconoce dos tipos principales de biopolímeros: uno derivado de organismos vivos y otro producido a partir de recursos renovables mediante polimerización, es decir, es de origen sintético.

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La aplicación de los productos de relleno estético deben realizarse por un médico capacitado, en una clínica, con todas las medidas de bioseguridad para evitar infecciones. Foto: Shutterstock

“En el cuerpo humano tenemos productos que son biocompatibles como el ácido hialurónico, son biopolímeros, pero hay que diferenciar que en el mercado existen los biopolímeros que son ilegales, que son estas sustancias que las ponen como rellenos estéticos, a bajo costo, en centros generalmente clandestinos y son aplicados por personas que a veces no son médicos, o son médicos sin ética”, aclara Diego Proaño, cirujano plástico de Clínica Internacional (Quito).

El doctor Proaño se refiere, por ejemplo, a los derivados de la silicona industrial, que muchas veces son mezclados con aceites. De allí vienen las complicaciones a la salud.

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Los rellenos seguro que más se usan provienen de tejidos del propio organismo, como los los injertos de grasa que se transfieren al mismo paciente, como relleno a nivel facial o al glúteo. Foto: Shutterstock

“La enfermedad se siente desde la primera aplicación. Por ejemplo, si es un relleno en los labios, puede ocasionar una obstrucción vascular y causar una embolia que puede ir al cerebro, al corazón, al pulmón”, alerta el médico.

Los efectos incluso se pueden percibir años después. “Hemos visto efectos de los biopolímeros después de varias décadas, a veces 25 o 30 años después de que se han colocado”, aclara Proaño. Como el producto no se adhiere a los tejidos ni se absorbe, generalmente tienden a desplazarse, tienden a migrar a otras partes del cuerpo.

Hay diferentes grados de inflamación con el cual se puede atestiguar el daño en el cuerpo: desde una inflamación sistémica o una inflamación local. Y en cuanto a los nódulos, se vuelven dolorosos al largo plazo, que no ceden, con con deformidades. Con el paso de los años empiezan a verse alteraciones del color de la piel, dolor e incapacidad de los pacientes.

“Hay una enfermedad que ya se vuelve sistémica y que es la alogenosis dermatogénica. El paciente presenta una sintomatología ya no solamente local, sino sistémica, con fatiga, falta de sueño, dolores articulares y musculares, alteraciones, pérdida de memoria, depresión”, advierte el especialista consultado.

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Este tipo de enfermedades son parte del Síndrome de Asia, o Síndrome Autoinmune Inducido por Adyuvantes. Es una cadena de reacciones inmunes del organismo a sustancias ajenas a él. “En América Latina se catalogan como enfermedades prevenibles. ¿Cómo es la prevención? Evitar aplicarse este tipo de cosas".

Qué hacer cuando hay complicaciones por biopolímeros

“La única opción que existe para estos tipos de casos es el tratamiento quirúrgico, que implica sacar la mayor cantidad que podamos de los biopolímeros del cuerpo”, sentencia Proaño. Usualmente el paciente debe someterse a varias sesiones de cirugías reconstructivas, que pueden traer cicatrices y deformidades.

Finalmente, el doctor Proaño recuerda que hay alternativas de relleno que son seguras y que el público debería conocer, si están interesados.

“Las que están aprobadas por la FDA. Tenemos desde los rellenos que usamos de tejidos del propio organismo, como los los injertos de grasa que les transferimos al mismo paciente, como relleno a nivel facial o al glúteo”, explica. Siempre y cuando sea realizado por un médico capacitado en una clínica, con todas las medidas de bioseguridad para evitar infecciones.

“Otra alternativa son los rellenos menores, a base de ácido hialurónico, un producto aprobado por la FDA para uso cosmético. Igual si es un producto que tiene riesgos relacionados con la forma de aplicación”. (I)