La industria farmacéutica está en constante crecimiento, en busca de nuevas medicinas y tratamientos que ayuden a prevenir o tratar enfermedades y patologías médicas. La inteligencia artificial, en los últimos años, ha sido una aliada del sector biofarmacéutico, pues ha permitido agilizar los procesos de descubrimiento y desarrollo de fármacos.
El ejemplo más reciente de la contribución de la inteligencia artificial y la Big Data en el campo de la medicina son las vacunas contra el covid-19. Por medio de algoritmos se realizaron estudios y ensayos clínicos que permitieron que este tratamiento esté listo en unos meses, en vez de años.
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¿Qué es la Big Data y la inteligencia artificial?
La Big Data son los macrodatos, es decir, datos a gran escala que solo pueden manejar softwares especializados y que sirven para gestiones empresariales o desarrollo de productos.
La inteligencia artificial realiza procesos automáticos con el uso de la Big Data, de una manera rápida y eficaz, combinando algoritmos y resolviendo operaciones complejas para llegar a una conclusión.
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¿Cómo actúan en la industria farmacéutica?
“La industria biofarmacéutica ve en la IA una vía para acelerar el descubrimiento de fármacos, minimizar riesgos y ahorrar en costes de investigación y desarrollo, reducir las tasas de fracaso en los ensayos clínicos y finalmente crear mejores medicamentos”, explica Diego Escudero, Tech Director de Globant Ecuador.
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El desarrollo de fármacos es una de las principales aplicaciones de la inteligencia artificial en la industria. Esta tecnología ha reducido considerablemente los plazos en crear y poner a prueba los medicamentos, agilizando los tratamientos médicos en pacientes. En los ensayos clínicos que se realizan para poner a prueba los fármacos, la segmentación de pacientes es una tarea de la cual puede encargarse la inteligencia artificial para más exactitud, en función de la elegibilidad, idoneidad, motivación y empoderamiento.
Estos mecanismos automáticos también permiten detectar con rapidez los patrones que siguen ciertas enfermedades, y así se pueden prevenir los brotes de enfermedades, además de reconocer cómo podría reaccionar un paciente ante cierto tratamiento.
La inteligencia artificial sirve además para optimizar los recursos farmacéuticos, como en la administración de medicamentos y el control de calidad de los fármacos. En esta área entran las estrategias de reutilización de medicamentos para otros tipos de tratamientos.
“Como se puede evidenciar son muchas las ventajas y aplicaciones que se pueden obtener tras la implementación de inteligencia artificial en la industria biofarmacéutica, motivo por el cual cada vez hay más empresas farmacéuticas que se han sumado a la digitalización y han apostado por la inteligencia artificial”, añade Escudero, el director de tecnología.
(I)