Más que una frase hecha o solo parte de las cintas de ficción, el corazón roto existe. Tener el corazón roto puede tener consecuencias cardíacas y puede repercutir en depresión, la salud mental y las cardiopatías.
De acuerdo al sitio especializado Mayo Clinic, el síndrome del corazón roto es una afección cardíaca temporal que a menudo es provocada por situaciones estresantes y emociones extremas.
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Quienes lo padecen pueden tener dolor torácico repentino o pensar que están teniendo un ataque cardíaco. “El síndrome del corazón roto afecta solo a una parte del corazón e interrumpe temporalmente la función normal de bombeo del corazón”, se indica en Mayo Clinic.
Entre los síntomas de este síndrome están los siguientes:
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- Dolor en el pecho
- Falta de aliento
- Debilidad
- Sudor frío
- Ritmo cardíaco irregular
El Texas Heart Institute establece que las mujeres corren más riesgo que los hombres de sufrir el síndrome: la probabilidad de que una mujer lo sufra es entre siete y nueve veces mayor que la de un hombre.
Causas
La causa exacta del síndrome del corazón roto no está clara. Se cree que una oleada de hormonas del estrés, como la adrenalina, podría dañar temporalmente el corazón de algunas personas.
El síndrome del corazón roto a menudo es precedido por un evento físico o emocional intenso, como la muerte de un ser querido, el abuso, peleas, problemas económicos, divorcio, entre otros.
También es posible que algunos medicamentos, en raras ocasiones, puedan causar el síndrome del corazón roto al generar un aumento de las hormonas del estrés.
Recomendación
El tratamiento a largo plazo con betabloqueadores o medicamentos similares que bloquean los efectos potencialmente dañinos de las hormonas del estrés en el corazón.
Reconocer y manejar el estrés también puede ayudar a prevenir el síndrome del corazón roto, aunque falta evidencia que lo demuestre.
En casos raros, el síndrome del corazón roto es fatal. Sin embargo, la mayoría de las personas que experimentan el síndrome del corazón roto se recuperan rápidamente y no tienen efectos duraderos. (I)