En el té, en la sopa, en el curry o glaseado: el jengibre no tiene un rol secundario sino bastante protagónico en nuestras comidas. Esto no debería sorprender a nadie ya que no solo aporta un aroma delicioso, sino una sensación de picante muy especial a nuestras comidas. Y por si fuera poco, se le atribuyen a esta raíz numerosas propiedades positivas para la salud.

Esto se debe a su composición. El jengibre contiene más de 100 sustancias distintas, según afirma el profesor Johannes Georg Wechsler, especialista en Nutrición de la Asociación de Nutricionistas Alemanes (BDEM, por sus siglas en alemán).

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Un litro de té de jengibre al día

Se considera que el jengibre tiene propiedades antinflamatorias, descongestionantes e incluso analgésicas. Muchas personas usan el jengibre como remedio casero para luchar contra molestos resfríos o tos. Lo que brinda bienestar son las fuertes sustancias de esta raíz que se liberan en el agua caliente y que además proporcionan una agradable sensación de calor cuando se la bebe en una infusión.

Wechsler recomienda tomar durante ocho días un litro de té de jengibre por día en caso de resfrío. “Es importante usar agua hirviendo, en la que se deben colocar rodajas de jengibre”, añade.

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De acuerdo con Daniela Krehl, asesora en nutrición de una asociación de consumidores en el estado federado de Baviera, en Alemania, no es necesario pelar un jengibre de origen orgánico.

Sin embargo, cuando el origen de la raíz no está del todo claro, mejor pelarlo. “Es posible que en esos casos haya en la cáscara sustancias tóxicas como pesticidas que conviene eliminar pelando la raíz”, dice Wechsler.

Pocas pruebas científicas sobre sus efectos

Muchas personas dicen que el jengibre tiene incluso efectos benéficos en la lucha contra el sobrepeso. Se le atribuyen una mejor digestión de las grasas e incluso la producción de ácidos gástricos. Pero nadie adelgaza con solo consumir jengibre.

“En el caso de ataques de hambre puede ayudar, por ejemplo, masticar un trocito de jengibre, ya que esto reduce el apetito”, asegura Krehl. Esta raíz amarilla también proporciona vitaminas B y C e importantes minerales, como hierro, magnesio, calcio, potasio, sodio y fósforo.

Sin embargo, más allá de sus propiedades benéficas reales, el jengibre está rodeado de muchos mitos de los que apenas hay pruebas científicas. Se dice que la planta tiene un efecto antiespasmódico o que favorece las contracciones en las mujeres embarazadas. “No hay pruebas científicas serias de esto”, advierte Wechsler.

Demasiado jengibre tampoco es sano

Entonces, ¿estamos haciendo demasiados aspavientos en torno al jengibre? De acuerdo con Wechsler, no hay que ser tan negativos. “El jengibre forma parte de la medicina desde hace 2.000 años y no se le conocen efectos adversos graves”, asegura.

El jengibre de buena calidad y sin pesticidas también puede ser consumido con la cáscara. Foto: Catherine Waibel

Sin embargo, quien consume jengibre no debería comer más de 4 a 5 gramos por día. “De lo contrario, se puede sufrir de acidez estomacal o problemas digestivos”, advierte Krehl.

Además, el jengibre no debería ser consumido de forma continua, sino idealmente en etapas. “Lo fuerte de sus ingredientes estimula mucho el estómago, lo que ataca sus mucosas”, explica Wechsler. Si el consumo es sostenido, esto podría llevar a mediano plazo a problemas gastrointestinales.

También deben tener cuidado quienes toman medicamentos, ya que el jengibre puede tener en ese caso efectos secundarios indeseados. Es por eso que en cuestiones relacionadas con el jengibre, es mejor asesorarse con un médico o en una farmacia.