Un movimiento con el cuello y ahí está: un crujido. Que “suene” puede asustar a muchas personas. Pero la buena noticia es, según explica el médico ortopedista alemán Ramin Nazemi, que por lo general no se trata de nada grave. Ese crujido no suele ser más que un indicio de contracturas. Sin embargo, el médico recomienda que, si el crujido viene acompañdo de dolores, sensación de sordera o cosquilleo, por ejemplo en los brazos, conviene consultar a un médico.