Aprender a poner límites no siempre en sencillo. Sentimientos cómo la culpa y el miedo al qué dirán pueden arrastrarnos en un ciclo sin fin de decisiones que van en contra de nuestra voluntad.
Cuando se hacen las cosas sin ganas caemos en sentimientos como la frustración, por ello, Juan Lucas Martino, psicólogo clínico especialista en trauma, señala que debemos aprender a “decir que no sin tanto drama”.
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“Hay mucha culpa que hace que no podamos decir que no”, refiere Martino, autor del curso online ‘Cambia tu mente, cambia tu cuerpo, cambia tu vida’.
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Miedo a que nos dejen de querer
“En nuestra cultura latinoamericana cuesta llevar a la práctica el hecho de decir que no, pues hay mucha culpa asociada al hecho de decir que no”, añade el psicólogo clínico que comenzó este camino hace 18 años tras una búsqueda personal para sanarse.
Hay además “miedo a que no me van a querer más si digo que no”, subraya Martino durante su participación en el podcast Resignificando conducido por la psicoterapeuta Shulamit Graber.
Toca aprender a poner límites. Decir que no es aprender a dejar de caer en manipulaciones y evitar hacer cosas por mero compromiso. (I)