La neuróloga Ana María Guzmán Acurio recuerda la vez que tuvo un paciente con diagnóstico de alzhéimer con tan solo 50 años de edad, una situación que golpeó tanto su vida que se vio obligado a jubilarse de su trabajo a temprana edad. Aunque es una enfermedad que se presenta en la tercera edad, hay casos en los que podría alertarse desde antes, menciona la especialista.

El futuro del tratamiento del alzhéimer, más allá de los síntomas

Se desconoce la causa concreta que la genera. El alzhéimer es una enfermedad progresiva y degenerativa del cerebro, que entre sus efectos principales se encuentra el deterioro de la memoria, el pensamiento y la conducta. “Hay pacientes que no aceptan esta enfermedad, hay otros que no desean tomar la medicación”, comenta Guzmán, sobre las personas que se niegan a aceptar al diagnóstico, ya que sienten que pierden autoridad o su independencia.

El neurólogo Luis Yépez menciona que el alzhéimer es una enfermedad predeterminada genéticamente. “Hay factores de riesgos que predisponen a una persona a sufrirla. Es decir, que si hay factores hereditarios, un padre o un abuelo tuvo la enfermedad, hay un 20 % de probabilidades de que esta persona también la padezca”, sostiene.

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Es importante no confundir el alzhéimer con otros tipos de demencia. “Los estudios de neuroimagen nos ayudan mucho para definir qué tipo de deterioro cognitivo o demencia está padeciendo, porque no todas las personas a las que se les afecta la memoria tienen alzhéimer, hay otras causas que también pueden provocarla”.

Síntomas

Los primeros síntomas se podrían presentar tres años antes, ya que durante este tiempo se puede observar un deterioro en la memoria episódica, olvido de eventos que pudieron pasar hace 20 o 10 minutos.

Sin embargo, Guzmán refiere que en la mayoría de las ocasiones, los familiares no se percatan con tiempo de esta demencia, pues la primeras señales pueden parecer no tener mucha importancia, pero son claros síntomas de que algo no anda bien.

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Entre los síntomas que se presentan en esta primera etapa, la neuróloga menciona: dificultad para encontrar objetos, recordar algunos nombres, olvido de pequeños actos como si apagó la hornilla, incluso pueden olvidar si ya comió, falta de ánimo. “A veces hay cambios en el patrón de sueño, se desorienta, se pierde (...). Esas son alarmas que a veces se nos pasa”, añade.

A esto, el neurólogo Luis Yépez le suma las conversaciones repetitivas, la formulación de la misma pregunta varias veces, dificultad para recordar eventos recientes, cambios en el estado de ánimo, cambios en el comportamiento.

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En una etapa avanzada, ya no son síntomas, sino efectos de la enfermedad, los cuales podrían requerir de un cuidador para hacer sus tareas básicas. “Dificultades para comer, se ponen agresivos, hay insomnio, comienzan las alucinaciones, visuales, auditivas”.

En la etapa leve/moderado, algunas personas con alzhéimer podría presentar señales de agresión física o “ganas de golpear a alguien”.

“Si se lo detecta rápido, y está en un estado leve/moderado, podemos usar fármacos que de alguna manera van a cambiar algunos puntos negativos. No la va a curar, pero la vamos a retardar”, explica Guzmán.

En el caso de las personas mayores de 55 años que presenten problemas para retener información, el doctor Yépez recomienda someterse a estudios, pues en ciertos casos podría tratarse de un cuadro de estrés, ansiedad, o depresión. Mientras que a partir de los 65 años puede hacerse un diagnóstico adecuado de la enfermedad del Alzheimer.

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Tratatamiento

(Photo by CLEMENT MAHOUDEAU / AFP) Foto: CLEMENT MAHOUDEAU

El alzhéimer se trabaja en equipo, enfatizan los médicos, pues en este proceso es muy importante que el paciente tenga el acompañamiento de sus familiares. “El paciente llega con el familiar, lo atiende el neurólogo, manda los exámenes correspondientes que puede ser una resonancia, en las cuales vamos a ver una disminución de la corteza cerebral, dilatación de los ventrículos”, explica Guzmán, quien indica que posteriormente el paciente es dirigido a neuropsicología para hacer un test que determina en qué estado se encuentra el paciente.

Si el paciente se encuentra en un estado leve/moderado, se puede instaurar una terapia cognitiva / conductual, que permitirá poner en funcionamiento la reserva de memoria que aún se puede utilizar. Esto incluye pequeñas actividades como paseos en las mañanas, juegos de naipes, juegos de mesa, juegos de creatividad, crucigramas, bailoterapias. “Es un programa que tiene que ir en conjunto con el neuropsicólogo, con el psicólogo, y se hace una planificación para que tenga una rutina”, menciona Guzmán.

“Lo importante es que esta persona incorpore memorias nuevas, actividades nuevas, para que ese aprendizaje habilite canales de memoria que estaban dormidos previamente”, indica, por su parte, Yépez.

Estas mismas actividades pueden ser ejecutadas de manera preventiva, ya que retrasan la aparición de los síntomas y enletecen el deterioro. También existen vitaminas y componentes nutricionales que favorecen al retroceso. “Entre esos están los nootrópicos, que son fármacos diseñados para optimizar la memoria y la capacidad intelectual y creativa de las personas”.

Una alimentación ideal

La albacora es una carne blanca, rica en Omega 3.

Un paciente con alzhéimer debe consumir más proteínas porque empiezan a perder masa muscular. Sin embargo, la doctora Guzmán advierte que previamente se debe evaluar la parte metabólica, a través de exámenes de laboratorio. “Hay que determinar si es diabético, hipertenso, si tiene problemas digestivos o anemia”.

Yépez sugiere carnes blancas, ricas en omega 3 como la albacora; también el brócoli que es una fuente muy rica en vitaminas y minerales; y una buena hidratación. “Hay muchas personas que tienen problemas de electrolitos que ya teniendo la enfermedad se confunden más y dan la impresión de un deterioro acelerado de la enfermedad, y no necesariamente es así”, explica.

Además, indica que hay que eliminar ciertos alimentos que pueden empeorar la condición de una persona que está perdiendo la memoria, entre estos los embutidos, grasas, conservas, colorantes, alimentos artificiales.

Consejos

(Photo by CLEMENT MAHOUDEAU / AFP) Foto: CLEMENT MAHOUDEAU

A propósito de que este 21 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Alzhéimer, el neurólogo Yépez brinda los siguientes consejos.

  • Paciencia: “Hay que evitar entrar en conflicto porque ellos ya sienten un estrés de base. Todo el tiempo están estresados porque están perdiendo su memoria, y se sienten cada vez menos útiles. La paciencia y la colaboración de parte de la familia es fundamental”.
  • Empatía: “Hay que darse un tiempo para conversar con ellos y saber cómo se están sintiendo, para generar esa empatía. Necesitan sentir que los pocos recuerdos que conservan sean recuerdos agradables”.
  • Principal cuidador: “Los neurólogos siempre recomendamos tratar que el cuidador principal de una persona con alzhéimer no sea un familiar, ya que esto puede llevar a una depresión siliente por parte del cuidador...”.