Los estudios demuestran que el uso de máscaras y el distanciamiento social pueden contener la propagación del virus COVID-19, pero no se conoce con exactitud su eficacia combinada. Investigadores de la Universidad de Nueva York y del Politécnico de Turín (Italia) han desarrollado un modelo de red para estudiar los efectos de estas dos medidas en la propagación de enfermedades transmitidas por el aire como el COVID-19. El modelo muestra que los brotes virales pueden evitarse si al menos el 60% de una población cumple ambas medidas, según publican en la revista Chaos.