Según las pautas de la Academia Americana de Pediatría, la norma de oro para diagnosticar una infestación activa de piojos de la cabeza es la identificación de una ninfa viva o un piojo adulto.

La recomendación, si se tienen sospechas, es realizar un examen del cabello húmedo lubricado con productos como un acondicionador de cabello estándar. Peinará cuidadosamente el cabello de su hijo con un peine de dientes finos (peine para liendres) desde el cuero cabelludo hasta la punta del cabello. Si no se encuentra ningún piojo vivo, es probable que el examen deba repetirse en los próximos días.

Encuentre las liendres

Una liendre viva necesita estar cerca del cuero cabelludo para sobrevivir. Las liendres que se encuentran a más de 1/4 de pulgada (6 milímetros) del cuero cabelludo probablemente estén muertas o vacías. Algunos médicos pueden implementar un mecanismo más especializado para encontrarlas: usar una luz llamada luz de Wood, que hace que las liendres aparezcan azuladas.

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La revisión debe realizarse con un peine fino y sobre cabello húmedo o acondicionado.

Sin embargo, según sugiere el artículo publicado por la Clínica Mayo, si no se encuentran liendres vivas, es probable que provengan de una infestación anterior y no necesiten ser tratadas.

El tratamiento con ciertos medicamentos de venta libre puede no matar efectivamente los huevos que hayan sido puestos recién. Para mejores resultados, habrá que repetir el proceso.

Cómo prevenirlos

En los últimos meses, tras el cierre de las escuelas, es posible que el contagio de piojos haya disminuido o cesado en algunos países. Sin embargo, aquí algunas medidas simples para minimizar el riesgo de que su hijo contraiga piojos.

  • Pídale a su hijo que evite el contacto con las cabezas de sus amigos al jugar o realizar otras actividades.
  • Indíquele que no comparta pertenencias como sombreros, bufandas, abrigos, peines, cepillos, accesorios para el cabello y auriculares.