“Lo mejor que puedes hacer con los hisopos –cotonetes, bastoncillos- es no usarlos”. Así de franco y fuerte es el mensaje de un otorrino, que desde sus redes sociales recuerda el porqué no debe limpiarse los oídos con esos palillos y algodón.

Aquellas personas que no puedan vivir sin asearse, con alta frecuencia los oídos, les decimos que hay maneras y aquí les diremos cómo sin usar los cotonetes.

Usar o abusar con los cotonetes puede producir obstrucción del órgano auditivo o disminución de la audición.

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Si tienes el oído tapado, no uses cotonetes, quizás sentirás que se obstruyó mas porque abre y cierras la boca y sientes algo que se mueve en el oído, explica el otorrinolaringólogo Aldo Aranzulla en su cuenta de Instagram.

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“Nosotros tenemos en la parte más afuera del oído, que se llama conducto auditivo externo, una zona en la que se produce grasa, a medida que usemos el hisopo vamos a ir empujando esa grasa por todo el conducto formando un tapón de cerumen”, señala.

Si eso se llega a mojar cuando te duchas en casa o con agua de piscina o playa hará que el tapón se expanda, presionando las paredes del conducto auditivo, incluso del tímpano, advierte Aranzulla, desde sus redes sociales.

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El tímpano es la membrana que separa el oído externo del oído medio.

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El cerumen, indica en su sitio web el otorrinolaringólogo Rodrigo Castrillón, contrario a lo que puedes pensar, “no es una suciedad. Protege los oídos de las infecciones, la entrada de insectos y la humedad excesiva”.

Un médico, Juan Royo, a través del blog Gaes, pide no utilizar ganchitos o earpicks, de acero inoxidable para extraer “a ciegas” el cerumen. La introducción de esos instrumentos puede ocasionar lesiones en la piel del conducto auditivo o incluso la perforación del tímpano”.

Como limpiar los oídos sin cotonetes

  • Los hisopos son para usarlos solo en la parte externa.
  • Castrillón, en su sitio web, expresa que “la forma correcta de limpiar los oídos es a través de la punta de una toalla humedecida, el algodón -sin tallo- o pañuelo humedecido, para limpiar solo el pabellón auricular (pliegues de la oreja) y entrada de los conductos, sin introducción en el canal”.
  • Con agua y jabón lava las orejas. Puedes lavar la parte externa y detrás de la oreja con un poco de jabón. Luego, limpia el jabón con los dedos enjuagados y seca con una toalla delgada. Recuerda no sumergir o dejar que entre agua a sus oídos. (I)

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