Una encuesta realizada en 2023 por la Asociación Americana del Corazón, a través de The Harris Poll, concluyó que la mayoría (70 %) de los supervivientes de ataques cardiacos y derrames cerebrales no saben que al colesterol (LDL, por sus siglas en inglés), se conoce comúnmente como “colesterol malo”.
Esto es importante ya que el colesterol LDL (colesterol de lipoproteínas de baja densidad) contribuye significativamente al desarrollo de enfermedades cardiovasculares, y aumenta el riesgo de sufrir un ataque cardiaco y un derrame cerebral.
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El 75 % de los supervivientes de un ataque cardiaco o derrame cerebral dijo que tiene colesterol alto. La encuesta muestra que el 47 % de los supervivientes de ataques cardiacos y derrames cerebrales desconocen su nivel de colesterol LDL.
La encuesta reveló que el 75 % de los supervivientes de ataques cardiacos y derrames cerebrales informó tener niveles elevados de colesterol. Sin embargo, solo el 49 % reconoció que bajar el nivel de colesterol LDL es una necesidad que deben priorizar.
“Existe una falta generalizada de conciencia y comprensión pública sobre el colesterol malo y su impacto en la salud cardiovascular. Como generalmente no presenta síntomas, muchos pacientes andan sin saber que están en riesgo o cómo mitigarlo,” comentaron Joseph C. Wu, director y presidente voluntario del Instituto Cardiovascular Stanford de la AHA, y Simon H. Stertzer, profesor de Medicina y Radiología en la Escuela de Medicina de Stanford.
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A través de su iniciativa Lower Your LDL Cholesterol Now, (¡Reduzca su colesterol LDL ahora!), la AHA recomienda a estos pacientes que le pidan a su médico que controle sus niveles de colesterol.
Casi la mitad de las personas que han sufrido un ataque cardiaco o un derrame cerebral no sabe cuáles son sus niveles de colesterol LDL, lo cual es un paso fundamental para prevenir un segundo ataque cardiaco u otro derrame cerebral.
Entre los pacientes que han tenido un ataque cardiaco o un derrame cerebral, el 69 % dice haber oído hablar del colesterol LDL. Sin embargo, una proporción significativa (47 %) sigue sin saber cuáles son sus propios niveles de LDL.
El colesterol LDL desempeña un papel fundamental en la acumulación de depósitos de grasa dentro de las arterias, lo que puede resultar en una afección conocida como arteriosclerosis. Este estrechamiento de las arterias aumenta significativamente el riesgo de tener un ataque cardiaco, derrame cerebral y enfermedad arterial periférica (PAD, por sus siglas en inglés).
“En la American Heart Association recomendamos que todos los adultos de 20 años o más se controlen el colesterol cada 4 a 6 años, siempre que su riesgo se mantenga bajo. Después de los 40 años, su proveedor de cuidados de salud también querrá usar una fórmula para calcular su riesgo a 10 años de sufrir un ataque cardiaco o un derrame cerebral. Es posible que las personas que ya han tenido un ataque cardiaco o un derrame cerebral necesiten controlar sus niveles de colesterol con más frecuencia,” explica Donald M. Lloyd-Jones, expresidente voluntario de la AHA y presidente del Departamento de Medicina Preventiva, profesor de Investigación del Corazón en Eileen M. Foell y profesor de Medicina Preventiva, Medicina y Pediatría en la Escuela de Medicina Feinberg de Northwestern University en Chicago.
Un hallazgo alentador de la encuesta es que el 65 % de los supervivientes de ataques cardiacos y derrames cerebrales encuestados creen correctamente que el colesterol alto representa un riesgo de moderado a alto de sufrir un ataque cardiaco o un derrame cerebral. “Sin embargo, todavía queda mucho por hacer,” destacó Lloyd-Jones,” ya que una parte considerable de los supervivientes necesita una mayor comprensión, en particular con respecto al riesgo específico relacionado con el colesterol LDL”.
De acuerdo con las pautas de la AHA, los hábitos de estilo de vida como seguir una dieta saludable y equilibrada, hacer ejercicio de forma habitual y eliminar el consumo de tabaco pueden ayudar a controlar el colesterol y deben ser la primera línea de defensa. Sin embargo, algunas personas, en especial los supervivientes de ataques cardiacos y derrames cerebrales, deben conversar con su médico sobre los medicamentos para reducir el colesterol. Hay varios disponibles, entre los que se incluyen las estatinas, los inhibidores de PCSK9, la ezetimiba, los secuestrantes de ácidos biliares y los inhibidores de ATP-citrato liasa (ACLY). (I)