El consumo de alcohol es retratado al momento en que ingerimos cerveza, vino, cocteles o licor, todos contienen alcohol, beberlo en cantidades excesivas puede ponerte en riesgo de problemas de salud.

Para explicarlo mejor, expertos del portal Medline lo relacionan con escenarios más específicos cómo:

  • Usted es un hombre menor de 65 años que toma 15 tragos o más a la semana, o a menudo toma 5 tragos o más al mismo tiempo.
  • Usted es una mujer o un hombre mayor de 65 años que toma 8 tragos o más a la semana, o a menudo toma 4 tragos o más al mismo tiempo.

Un trago se define como una cerveza de 12 onzas (355 mililitros, mL); 5 onzas (148 mL) de vino, o 1 1/2 onza (44 mL) de un trago de licor.

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Según expertos, el consumo de esta bebida es un factor causal en más de 200 enfermedades y trastornos. De hecho, cada año se producen 3,3 millones de muertes en el mundo debido a su consumo nocivo, lo que vendría a representar el 5,9% de todas las defunciones.

El consumo excesivo de alcohol durante un tiempo prolongado puede encoger las células cerebrales y provocar daño cerebral relacionado con el alcohol (ARBD) y ciertos tipos de demencia. Los síntomas incluyen falta de juicio, organización o control emocional, dificultad para mantenerse concentrado y problemas de ira.

La edad adulta y el consumo de alcohol

La adultez es un periodo en el que el consumo de alcohol disminuye, según una investigación de la Universidad de Maryland.

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Sin embargo, los patrones de consumo de alcohol de los adultos varían en relación con las diferencias en su curso de vida –hasta la edad adulta–, los cambios tendrían lugar a medida que las personas envejecen.

“El alcohol tiene numerosos efectos en el cuerpo que van desde el cerebro hasta el hígado y los intestinos -cuenta Niket Sonpal, gastroenterólogo de Nueva York-. Esos efectos aumentan a medida que envejecemos”.

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Por ello que personas encuentran que el alcohol afecta de manera distinta con respecto a cuando eran jóvenes, esto es debido a que la forma en que su cuerpo lo procesa es una de las muchas cosas que cambian con la edad.

“A medida que se envejece -argumenta Leslie Ludwing, especialista endocrinóloga del Hospital Monte Sinaí de Nueva York-, tiene menos agua en el cuerpo y, por razones que no están del todo claras, también se siente menos sed. Eso hace que las personas mayores sean más propensas a estar deshidratadas. Beber alcohol puede sacar más agua del cuerpo y aumentar aún más sus posibilidades de deshidratación”.

El alcohol aumenta las probabilidades de enfermarse a medida que se envejece, además de empeorar problemas médicos comunes. Estudios demuestran que los bebedores en exceso podrían tener más dificultados como osteoporosis, diabetes, presión arterial alta, derrames cerebrales, úlceras, pérdida de memoria y algunos trastornos en su estado de ánimo.

La capacidad de recuperarse de una noche de bebida se reduce después de los 30”, dice Sonpal.

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“Cuanto más envejece, más tiempo permanece el alcohol en su sistema”, afirman especialistas. Por lo tanto, es más probable que esté presente cuando tome medicamentos. Además el alcohol puede afectar la forma en que actúan las medicinas, provocando efectos secundarios graves.

El alcohol no solo afecta superficialmente

“Tu salud física, emocional y espiritual puede ser afectada, sintiéndose mayor de lo que eres”, informan médicos. A largo plazo puede aumentar la ansiedad y la depresión, forjando un ciclo negativo interminable, mientras más bebas, más enérgico y joven te hará sentir –momentáneamente– pero en realidad, afectará tu apariencia y tu salud a largo plazo.

Según el portal de salud Medline, las familias a menudo resultan afectadas cuando alguien en la casa consume alcohol.

La violencia y los conflictos en el hogar son mucho más probables cuando un miembro de la familia está abusando del alcohol. Los niños que crecen en un hogar donde está presente el consumo excesivo de alcohol son más propensos a:

  • Tener mal rendimiento en la escuela.
  • Estar deprimidos y tener problemas de ansiedad y baja autoestima.
  • Tener matrimonios que terminan en divorcio.

La solución existe

En primer lugar, expertos aconsejan preguntarse qué tipo de bebedor es la persona. Ya que incluso si es un bebedor responsable, tomar demasiado una sola vez puede resultar dañino.

Debe estar atento a su patrón de consumo de alcohol, aprender algunas formas de reducir el consumo de bebidas alcohólicas aprobadas por expertos.

Sin embargo, si no puede controlar su consumo de alcohol o si el hecho de beber se está volviendo un ciclo del día a día, busque ayuda de médicos y grupos de apoyo o autoayuda para personas que sufren de problemas con el consumo de alcohol. (F)