¿Estás disfrutando plenamente del sexo? La sexualidad humana, como manera de expresión y disfrute de la vida, es tan amplia y personal que solo tú puedes responder a esa pregunta.

La autoevaluación podría relacionarse con el grado de satisfacción, placidez y vitalidad que la propia vida sexual produce, para descargar esa misma energía en el sexo. Entonces, la sexualidad será como una espiral que se nutre a sí misma, o en el peor de los casos se destruye.

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Aunque no existe una respuesta definitiva en el campo de la sexualidad, algunos factores pueden afectar negativamente las relaciones. La salud física y psicológica, creencias, circunstancias personales o el estado de la relación de pareja son algunos de ellos, según un trabajo publicado en Cuerpomente.

En todo caso, será posible disfrutar plenamente la sexualidad cuando estemos bien con nosotros mismos y nos abramos al placer. Como lo dijo Fritz Perls, creador de la terapia Gestalt: “Hay que dejar la mente a un lado y conectarse con los sentidos”.

El sexo no tiene que ver con satisfacer al otro. Cada individuo debe ser responsable de su propio placer, saber qué necesita y tomarlo.

Cómo disfrutar del sexo en profundidad

Soltar las emociones

Uno de los peores enemigos del disfrute sexual son las creencias. Aún existen muchas programaciones negativas respecto al sexo que viven en nuestro subconsciente, que afloran en el momento preciso de la consumación y se evidencian a manera de resequedad, ausencia de orgasmos, dolor y apatía, entre otras disfunciones.

Igual efecto tienen las emociones reprimidas y la necesidad de mantener un control. Muchas personas sienten pánico a dejarse ir, lo que puede interferir en el buen funcionamiento de su sexualidad. Este problema está relacionado con miedo a sentir placer y otras sensaciones y emociones reprimidas.

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Hacer lo que desees hacer

El sexo no tiene que ver con satisfacer al otro. Cada individuo debe ser responsable de su propio placer, saber qué necesita y tomarlo. Eso sí, con el mayor respeto por la integridad física y emocional de la pareja, pero asumiendo que el dar y recibir deben ser parte de la danza de la sexualidad.

Hacer exactamente lo que se desea, sin moldes ni estructuras, garantiza una mayor satisfacción de la relación sexual. Recuerda que la pornografía es una ficción que nada tiene que ver con las verdaderas relaciones sexuales humanas.

La sexualidad es un camino que puede conducirnos al amor, pero no es un requisito el amor romántico para disfrutar del sexo.

Sexo es sexo, no amor romántico

Algunas personas buscan acceso a una dimensión espiritual de la sexualidad que ofrece la posibilidad de trascendencia en dos sentidos: la reproducción de la especie y la fusión con otro cuerpo para alcanzar la unidad, el placer y la paz.

La sexualidad es un camino que puede conducirnos al amor. Pero no es un requisito el amor romántico para disfrutar del sexo. Para andar en esta senda hay que cultivar la apertura hacia lo sensual y emocional, el respeto por la pareja y el amor propio. (I)