Para todos los que temen un ‘disparo’ de glucosa por consumir avena hay varias recomendaciones para compartir.
El endocrinólogo Gustavo Parra indica cuál es la menor manera para consumirla y ofrece una información sobre estudios hechos a la avena, un alimento que generalmente está en el ojo de un huracán.
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Señala, por ejemplo, que la asociación entre el consumo de avena y la inflamación intestinal, particularmente en relación con el contenido de β-glucano, ha sido objeto de estudio en varios modelos experimentales. Los β-glucanos de avena son fibras solubles que han demostrado tener efectos antiinflamatorios y beneficiosos sobre la permeabilidad intestinal.
Cómo debe consumirse la avena
Los consejos del Dr. Gustavo Parra son:
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- La avena no es para prepararla con leche, ni azucar ni panela
- La avena no es para comer con pan ni galletas
La excepción, en ese punto, es que seas un deportista y tengas muy acelerado el metabolismo y una disminución del porcentaje de grasas, explica el endocrinólogo.
- Si tienes obesidad, diabetes, ovario poliquístico y resistencia a la insulina la avena se hace en agua.
Recuerda el endocrino que la avena es un carbohidrato, tiene 3% de proteína y fibra.
Tiene β-glucano “y en diferentes estudios se ha documentado que este ayuda a la disminución de los niveles de colesterol malo -LDL- porque reduce la absorcion de colesterol a nivel inestinal”.
Para este médico, el tema de la avena no es si es buena o mala.
“Es un carbohidrato”, reitera.
¿Qué recomienda para consumir la avena?
Enfatiza que si la persona tiene problemas metabólicos “y prepara la avena con azúcar y leche, luego la consume con pan es obvio que combina puro carbohidrato y se le disparará la insulina, formará triglicéridos y puede terminar en hígado graso”.
Resalta a sus seguidores y pacientes: Si tiene problemas metabólicos puede consumir un vasito de avena en agua, agregue panela para el sabor y combínela con proteína o grasa, por ejemplo con un huevo o un trozo de queso. (I)