De acuerdo a datos de la Organización Panamericana de la Salud, la depresión es uno de los principales trastornos que afectan a la población mundial. En el mundo, una persona se suicida cada 40 segundos aproximadamente.

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En Ecuador, con datos del ECU-911, desde marzo hasta inicios de noviembre se reportaron 220 suicidios. Estos meses fueron algunos de los más cruciales con respecto a la pandemia. Asimismo, la población estuvo confinada hasta el cambio a semáforo amarillo de acuerdo a las dispociones del COE nacional.

Si bien el confinamiento se realizó para prevenir el contagio del COVID-19, existieron otros efectos adversos debido al encierro, algunos directamente relacionados con la salud mental. “La salud mental es fundamental, no hay absolutamente nada. Si la persona tiene depresión, no puede funcionar de manera normal, ya que impacta en el área laboral, familiar, de pareja, hasta el tiempo de ocio”, indicó la psicóloga Francisca Barros.

Actualmente, en tiempos de posconfinamiento, las personas han retomado gran parte de sus actividades diarias, y si bien algunos continúan en la modalidad de teletrabajo, las actividades en interiores o exteriores se han vuelto más frecuentes. Sin embargo, existen casos de ciudadanos que tienen miedo de volver a las actividades fuera de casa. “El no poder hacer nuestra rutina de forma normal ha aumentado la ansiedad y la depresión”, agregó Barros.

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Síndrome de la cabaña

Quedarse en casa produjo el famoso síndrome de la cabaña: solo dentro de la cabaña (el hogar) estás bien, te sientes protegido y tienes el control. Pero es importante realizar otras actividades, porque luego creemos que todo lo ajeno a la casa es un peligro”, comentó la psicóloga María Gracia León.

Ante esto, la especialista Barros indica que se deben retomar las salidas de forma paulatina, siguiendo las medidas de bioseguridad, y de ser el caso, solicitar ayuda a un experto, ya que este síndrome puede estar ligado a depresión, pérdidas familiares, etc. Estos factores pudieron generarse en tiempos de confinamiento.

¿Qué hacer?

La especialista León detalla que todo tipo de terapias puede funcionar para vencer este miedo al contagio o a los lugares con mucha gente. Además, recuerda la necesidad de las respiraciones pausadas y profundas, que son importantes para calmar la mente y el cuerpo.

Otras soluciones

  • Apoyarse en las redes de apoyo, familia, amigos.
  • Realizar ejercicio, caminar, correr, cualquier actividad física.
  • Escuchar música puede ayudar a manejar la ansiedad.
  • Meditación y yoga.
  • Buena alimentación.
  • Escribir las preocupaciones.
  • Hablar sobre lo que nos pasa.

Recuerde finalmente que es preciso continuar con la protección dadas las diversas variantes que sigue presentando el coronavirus a nivel mundial. (I)