“El abuso no pasa porque sí; hay una serie de capas en la vida del individuo que es abusado”, empieza diciendo Paola Andrade Arellano, directora de Ecuador Dice No Más, y detalla: la familia, la escuela, la comunidad y la sociedad (capa en la que están están las leyes y el enfoque que estas tengan de de derechos).

Adoptar este pensamiento ecológico, según el cual estamos inmersos en una serie de esferas, ayuda a entender cómo se trabaja contra el abuso a niños, niñas y adolescentes. En la prevención hay al menos tres niveles:

Ecuador Dice No Más capacitará a líderes comunitarios, organizaciones de la sociedad civil, psicólogos, trabajadores sociales, docentes, agentes de control metropolitano, guardias de seguridad, bomberos, Cruz Roja, operadores 911 y emergencias, personal del sistema Metrovía, Aerovía, ATM y atención municipal, entre otros. Foto: Cortesía
  • Primaria: Trata de prevenir el abuso informando a la comunidad en general, mediante campañas de información para erradicar creencias como aquella de que el abuso solo ocurre en familias pobres o en condiciones de marginalidad. Todo niño que vive en un hogar disfuncional es vulnerable. Este es el nivel básico.
  • Secundaria: Trata de proteger a los niños, niñas y adolescentes en mayor riesgo; identificar tempranamente el abuso ocurrido, para minimizar los efectos perjudiciales.
  • Terciaria: Forma grupos de apoyo y reúne a expertos para para brindar capacitación en el tema. Es el nivel de los sobrevivientes. “Siempre hemos tenido un enfoque de sobrevivientes”, explica Andrade, “porque sabemos que no hay dónde ir, sabemos que no hay profesionales capacitados, porque no han tenido el entrenamiento”.

Superando falsas creencias sobre el abuso sexual

Esto empieza por aprender a observar y a detectar un problema: un niño o niña solos, llorando, desbordados, heridos, exaltados. ¿Qué hacer?

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  • “Tenemos que poder acercarnos a ese niño, ponernos a su nivel, escuchar sin atropellarlo con preguntas. Hacer una sola: ¿Qué pasó?, y dejar que el niño cuente lo que quiere contar”, dice Paola Andrade.
  • Sitúese a la altura del niño, mírelo a los ojos, haga un gesto empático, propio de su país. No es necesario que lo abrace, pero ponga una mano en su hombro o tómelo de la mano, para generar contención a través del contacto.
  • El 50% de la recuperación de ese niño dependerá muchísimo de la estabilidad de un adulto protector no agresor en su círculo familiar. Así que la siguiente pregunta es: ¿Dónde está mamá? Si no la tiene o no quiere ir con ella, pregunte por la abuelita o la tía, y trate de buscarlas. Luego vendrá el sistema de protección: denuncia en la fiscalía, asistencia médica.
Apoyar y brindar a la madre es la mejor manera de ayudar a un niño o niña en crisis. Foto: Cortesía

Andrade está consciente de que el sistema de protección es “un desastre” (desintegrado, no especializado), y un gran obstáculo: pareciera que el sistema protege a los abusadores. “No vamos a poder cambiarlo ahora, pero sí podemos ayudar a navegarlo, a sortear sus mañas”.

La violencia sexual contra los niños migró al internet

Por la pandemia, la violencia migró al internet. Es mucho más posible que un niño que es abusado sexualmente, sea luego víctima de explotación sexual (prostitución infantil, tráfico infantil, producción y consumo de pornografía infantil, turismo sexual infantil), porque los pederastas han descubierto que ahora pueden producir, promocionar y vender. “Los chicos están desapareciendo porque los están vendiendo para una de estas cuatro cosas. Por eso existe la alerta Emilia”, recuerda Andrade.

Es necesario entrenar a la comunidad. “Se supone que un policía o un guardia de seguridad, así como un médico o un enfermero o un abogado debería saber cómo actuar. Buscamos dotarlos de conocimientos y herramientas de contención”.

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Los operadores de líneas de emergencia necesitan entrenamiento para brindar contención efectiva. Foto: Cortesía

Uno de los webinares enseñará a reconocer y actuar en en interacciones sexualizadas entre niños. “El 50% de los abusos traumáticos vienen de otro niño, niña o adolescente con mayor poder”. Es complejo, primero porque estos casos no llegan a denunciarse, y luego porque cuando el agresor es otro menor, puede tratarse de abuso reactivo” (fue abusado primero).

Guía, entrenamiento y material inclusivo

En los últimos años, Ecuador Dice No Más ha desarrollado las campañas Superpadres, Superprofes y, más recientemente, Misión Prevención. “Hemos realizado muchas herramientas para padres, familiares y para las escuelas. Ahora estamos llevándolas a la comunidad, donde están toda esta serie de creencias que hacen que la gente no lleve esto (el abuso) a la denuncia”.

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Este año, Ecuador Dice No Más, en alianza con la Dirección de la Mujer del Municipio de Guayaquil, se enfocará en los más vulnerables, que no equivale a decir los más pobres.

El abuso puede ocurrir en cualquier nivel socioeconómico, a todo niño en cuyo hogar haya violencia. Foto: Cortesía

La organización ha transformado sus materiales, como el cuento El día que aprendí a decir no, de autoría de Paola Andrade. “Este cuento tiene el qué, cómo, cuándo, dónde y por qué, y estará en lenguaje de señas, en audiolibro para niños ciegos, en pictogramas para niños con autismo; además, elaboraremos guías para entrenar a más de 550 profesionales ligados al Municipio de Guayaquil y Fasinarm”.

Para Andrade, el entrenamiento es esencial, porque las personas que brindan servicios de socorro no están especialmente entrenadas para atender y ser sensibles a los niños, niñas y adolescentes víctimas de abuso sexual. “En junio vamos a entrenar en contención a víctimas al personal de 911, Cepam, Fundación María Guare y Amiga, Ya No Estás Sola con un equipo de la línea chilena de ayuda gratuita 1515”, que ofrece escucha activa a menores de edad por parte de especialistas en psicología.

No se trata de que solo las personas especializadas puedan prestar ayuda. Cualquiera puede hacerlo. “La persona promedio en Ecuador cree que el abuso sexual es un problema demasiado complicado y que no puede o no debe intervenir. Esto ocurre en la violencia doméstica, en que “nadie se debe meter”. O que “los niños mienten”, o que “son propiedad de los padres”. No hay conciencia de derechos. Hay códigos de silencio y creencias sobre la privacidad que hacen imposible intervenir.

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Capacitaciones para prevenir y detectar el abuso sexual

El 1 de junio, el equipo estará en la Escuela de Audición y Lenguaje, con un grupo ya entrenado, para que todos los estudiantes puedan trabajar con el cuento. El 8 visitarán a niños con discapacidad auditiva, y así cada semana. “Es un proceso de pilotaje; mientras trabajamos, hacemos ajustes y adaptaciones, para luego publicarlo en línea, para que las familias puedan descargar el material. Lo que hacemos está dirigido a ciertos grupos, pero también es libre para que el público lo pueda utilizar”, asegura Andrade.

Paola Andrade durante la capacitación a especialistas de la Dirección de Inclusión de Guayaquil. Foto: Cortesía

La Guía Actúa: Primeros Auxilios Psicológicos para NNA Víctimas de ASI estará disponible desde el miércoles 30 de junio. Contará con un listado de números de contacto de ayuda. Para inscribirse en capacitaciones, asistir al evento y recibir el material gratuito, pueden escribir a @ecuadirdicenomas en redes sociales. (F)