No trabaja con tijeras, pero corta patrones mentales. No cose, pero hilvana ideas, referencias, tejidos y conceptos. En la moda ecuatoriana -aún en construcción, aún buscando su voz- emerge una figura capaz de unir sensibilidad estética con visión estratégica: la fashion stylist que también se reconoce como gestora de moda.

Es un perfil híbrido, profundamente necesario en un país que busca consolidar su identidad visual en la industria creativa. La ecuatoriana Lady Goyes es quien traduce un concepto en estilo, quien conecta a talentos creativos, quien dirige la narrativa estética de un proyecto y quien organiza, propone y teje redes detrás de escena.

En un país donde la moda suele verse como frivolidad, su trabajo se convierte en una forma de pensar el estilo como territorio de identidad, cultura y creación colectiva. Y en ese universo en expansión, ella ya no es solo una estilista, es una arquitecta visual, una gestora que viste el presente con visión de futuro.

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En diálogo con la creativa quiteña de 42 años, nos comparte una visión sobre su gestión y trabajo a través del diseño.

¿Qué es lo primero que analizas al ver a una persona antes de pensar en su estilo ideal?

Lo primero que analizo definitivamente no es su ropa, sino su actitud, su lenguaje corporal, cómo se expresa, lo que responde cuando le pregunto por qué tomó la decisión de buscarme, cuál fue ese momento de inflexión y qué busca proyectar con su imagen. Todo eso me ayuda a construir un estilo que no solo la haga ver bien, sino que la represente, potencie su presencia y pueda defenderlo con criterio. Para mí, el estilo no es una fórmula, pero sí una traducción visual de quién eres por dentro.

En tres palabras, ¿cómo definirías el estilo ecuatoriano actual? ¿Y cómo te gustaría verlo en cinco años?

Identitaria, ecléctica y emergente. Porque nuestro estilo habla de origen, conecta nuestras raíces culturales con las influencias contemporáneas, contrastando lo urbano y lo artesanal; que está en pleno crecimiento y que ha ido ganando identidad, credibilidad y fuerza.

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En cinco años quiero ver que el estilo ecuatoriano siga conectado con nuestra identidad cultural reinterpretado con una mirada moderna, sofisticada y global. Que los diseñadores ecuatorianos marquen tendencia, por crear desde su raíz y proponer con orgullo, y que nosotros los ecuatorianos sigamos nutriendo nuestro estilo con esas propuestas, en plena conciencia de que el verdadero lujo en la moda es vestir prendas producto del “saber hacer” artesanal, ancestral y sustentable.

¿Cuál ha sido tu “reto fashion” más grande hasta ahora?

Siempre lo más retador suele ser romper los miedos de los clientes, diseñadores de moda, producciones, personajes públicos o celebridades cuando explico los conceptos de estilo y moda que creo para ellos, pero es tan satisfactorio ir de la mano con estas transformaciones, que todo vale la pena.

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Sin embargo, no podría olvidar la producción editorial para La Revista del Diario EL UNIVERSO con Ñusta Picuasi. Cuando me la propusieron, lo primero que hice para la dirección y producción de moda fue un estudio de su cultura indígena otavaleña y determinar los límites de lo que podríamos mostrar; lo único que tenía claro y con lo que me obsesioné era con mostrar a Ñusta de una forma distinta a la habitual y que ella aceptó encantada, confiando en el proceso, porque sabía que con su dulzura confluía una mujer con temple y carácter y ese fue el resultado, una portada inolvidable, por haber sido un reto positivo para mí como estilista de moda.

¿Crees que el Ecuador está listo para vivir de la moda? ¿Qué crees que hace falta para lograrlo?

Tomando en cuenta que seguimos en proceso de construcción del ecosistema de la moda nacional, claro que estamos listos para que se consolide profesional y colaborativamente. Considero que para lograrlo deberíamos contemplar aspectos como:

  • La educación formal en diseño de modas y del fashion system: estilistas de moda, editores, curadores, marketing, etc., no solo contemple conocimientos en creatividad, sino también la estrategia en negocios.
  •  Fomentar la cultura del consumo consciente y de lo hecho en Ecuador. 
  • Contar con el apoyo institucional y privado que promuevan el consumo sustentable de nuestra industria. 
  • Posicionar la moda ecuatoriana en mercados y medios de comunicación nacionales y globales.   

Si pudieras vestir a cualquier figura histórica o personaje de ficción, ¿a quién elegirías y qué le pondrías?

Me hubiera encantado conocer a Elsa Schiaparelli (diseñadora de moda italiana), una de las mentes más provocadoras en la historia de la moda: la mujer que hizo de lo surreal un idioma sartorial. Si hubiera podido vestirla elegiría algo que narre su vida, así que escogería algo de sus propias creaciones añadiéndole un toque ecuatoriano y que manifiesten lo irreverente, elegante e intelectual que fue.

Así que sobre un vestido largo negro le colocaría una capa escultural bordada con un trenzado andino rojo, más sus icónicos motivos surrealistas: bocas, manos, ojos, que son referencias a Dalí y Jean Cocteau con quienes colaboró. Como accesorio le agregaría un collar broche barroco en dorado; peinado recogido en moño alto y un maquillaje que resalte el protagonismo del rojo magenta en los labios.

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¿Qué objeto o prenda hay siempre en tu bolso de trabajo?

Tengo un canguro que es como un botiquín de primeros auxilios, que contiene herramientas mayormente de costura, siempre los renuevo, pero lo conservo ya que fue un regalo de mi mentora cuando me gradué como estilista de moda.

Si tu trabajo fuera una prenda de vestir, ¿cuál sería y por qué?

Sería una camisa blanca de algodón. Porque es un punto de partida versátil, esencial y con infinitas posibilidades de estilo, donde mi creatividad, estrategia y visión me permitan construir looks que cuenten historias, potencien identidades y se adapten al contexto.

Además, porque mi trabajo consiste en transformar, reinterpretar y sacar el máximo potencial de cada pieza, de cada persona. Y la camisa es una prenda que no impone, sino que se moldea; y eso es exactamente lo que hago como fashion stylist: crear estilo desde la versatilidad y no desde la rigidez. Y por qué de algodón? Porque el estilo es propender a ser éticamente sustentable.

¿Cómo influye la identidad cultural ecuatoriana en tu trabajo? ¿Qué elementos locales incorporas en tus looks?

Como estilista de moda, es importante reflejar no solo quién eres, sino de dónde vienes, es por eso que la identidad cultural ecuatoriana influye totalmente en mi trabajo, aunque sea con algo mínimo, busco que esté presente como inspiración estética, es tan vasto nuestro legado en textiles, colores, accesorios y siluetas que dentro de mis objetivos como gestora de moda es siempre darle una proyección y voz a nuestra industria e identidad.

¿Cuándo descubriste que esta profesión era tu trabajo soñado y hace cuánto tiempo te dedicas a ello?

Lo supe siempre, pero la carrera no existía en ninguna malla curricular en el mundo cuando salí del colegio, así que estudié mi otra pasión, el derecho; sin embargo, siempre estaba involucrada con la moda realizando editoriales y producciones de moda para medios de comunicación, a la par de ser abogada, pero hace seis años decidí dedicarme únicamente a la moda en mi país.

Así que me dedico a impartir style sessions a particulares, celebridades, personajes públicos; además, asesoro a marcas de moda, editoriales y a realizar producciones de moda. Y en algunas ocasiones como imagen también. (E)