Su padre, sastre de profesión, fue su principal influencia desde que era muy pequeño. “Me crie en el mundo de la confección de ternos, camisas y pantalones. Y ya desde los 17 años decidí que esto era lo que me apasionaba”, recuerda Fernando Torres, de 25 años, quien hoy comparte su tiempo entre su natal Cuenca y México D. F., donde ya cursa sus estudios en Diseño de Modas en el Instituto Arte Centro.