Tengo diez años de divorciada, aunque amaba a mi pareja tuve que tomar esa decisión porque entendí que debía huir de una relación destructiva que se basaba en el poder, el control y las palizas. Ha pasado el tiempo y me gustaría enamorarme y tener otra relación de pareja. Vivo en celibato, lo que tampoco me agrada pero tengo la idea de que estoy guardando afecto, caricias, besos, amor para una persona especial. Tengo propuestas para relaciones sexuales ocasionales, pero las rechazo. En momentos me siento necesitada de amor, afecto, romanticismo y sexo. He tratado de llenar esos vacíos con otras cosas y actividades, pero nada me satisface. Quiero estar con un hombre, pero no cualquier hombre. No me gustaría caer en la vorágine de relaciones casuales y promiscuas, porque la persona (o el arquetipo) no aparece, y sin embargo sigo esperando el amor. Voy envejeciendo en soledad y no quiero morir sin amar y ser amada.