Cuando mi hija tenía 2 años de edad recibió el diagnóstico con una resonancia magnética de “atrofia cortical temporal polar bilateral de predominio izquierdo con extensión frontal parasagital y paramediana bilateral”.

Desde entonces ella está en constantes terapias de baile, natación y lenguaje. Gracias a Dios ha respondido bien. Actualmente ella tiene 7 años y toma Concerta desde los 6, asiste a una escuela regular y su desempeño es aceptable.

Me gustaría saber si ella con el pasar del tiempo va a superar su dificultad en el habla y qué otros síntomas se irán presentando en su crecimiento. ¿Podrá ser ella una adulta independiente?

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Gracias

MP

1. Hallazgo inicial y contexto. Desde los dos años de edad, su hija presentó una resonancia magnética en la que se describió una aparente atrofia cortical.

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Es fundamental aclarar que una resonancia cerebral nunca se interpreta en forma aislada. Los hallazgos de neuroimagen son complementarios y siempre deben analizarse en el contexto de los síntomas clínicos observados por el neurólogo o el evaluador tratante.

En este caso, la imagen no representa un diagnóstico por sí misma, sino una posible manifestación dentro de un proceso de neurodesarrollo particular.

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2. Primeras manifestaciones clínicas. Durante los primeros años, se evidenció un trastorno del desarrollo del lenguaje, con dificultades tanto en la comprensión como en la expresión verbal.

Este tipo de alteraciones suelen ser indicadores de alteraciones más amplias en el neurodesarrollo, que incluyen áreas como la atención, la autorregulación conductual y el aprendizaje.

El lenguaje es la puerta de entrada de la cognición, y cuando no se estructura adecuadamente, pueden observarse dificultades en funciones superiores como la memoria, la atención y el pensamiento flexible.

3. Evolución y diagnóstico funcional. A medida que avanzó su desarrollo, su hija probablemente mostró también inquietud, impulsividad y dificultades para mantener la atención, lo que motivó al neuropediatra a la indicación de metilfenidato, un psicoestimulante utilizado en casos de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).

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Esto puede confirmar que no se trata de un único problema, sino de un trastorno del neurodesarrollo con comorbilidades, en el que coexisten:

  • Trastorno del desarrollo del lenguaje.
  • Déficit de atención e hiperactividad.
  • Dificultades específicas del aprendizaje (lectura, escritura, cálculo).

4. Intervención terapéutica. La base del tratamiento ha sido y debe seguir siendo la intervención terapéutica interdisciplinaria.

Las principales áreas involucradas incluyen:

  • Terapia de lenguaje, para fortalecer la comunicación y la base del aprendizaje.
  • Terapia psicológica, para la autorregulación emocional y conductual.
  • Psicopedagogía, para el acompañamiento escolar y la consolidación de funciones cognitivas.
  • Terapia ocupacional, en caso de requerirse apoyo en la motricidad o la organización sensorial.

La mejor vitamina para el cerebro siguen siendo las terapias, porque ayuda a modelar los circuitos cerebrales relacionados con la atención, la memoria y la conducta adaptativa.

5. Evaluación actual y pasos recomendados. Si a los siete años el lenguaje aún no está completamente estructurado, se recomienda realizar una evaluación neuropsicológica integral, que permita identificar el perfil de:

  • Inteligencia y funciones ejecutivas.
  • Atención y memoria.
  • Regulación emocional y conducta adaptativa.

El uso del medicamento psicoestimulante es adecuado siempre que esté acompañado por intervenciones terapéuticas activas y coherentes dentro del entorno familiar y escolar.

6. Conclusión. La resonancia magnética es una herramienta de apoyo diagnóstico, no una sentencia ni una explicación aislada.

El desarrollo cerebral se comprende a partir del conjunto de síntomas, funciones y evolución clínica, más que de una sola imagen.

Por ello, el seguimiento debe mantenerse desde una visión integral e interdisciplinaria, con el propósito de acompañar el proceso madurativo del cerebro infantil hacia un objetivo común: un niño funcional, autónomo, feliz y con oportunidades de desarrollo pleno.

Dr. Daniel Cruz Montesinos, neurólogo pediatra, epilepsia y neurodesarrollo. Unidad de Neuropediatría, Aprendizaje y Desarrollo Infantil – Unadi.

Teléfono: 099-291-9071.