Tengo 23 años y mi esposo 33 años, llevo casada 4 años 6 meses. La relación no ha estado muy bien, hemos llegado a los golpes, tengo moretones en el cuerpo, no he llegado a una denuncia por miedo. Eso pasa cuando él está pasado de alcohol. Cuando está bueno y sano es el mejor hombre. Pero llega a beber y se transforma. He intentado separarme, pero por ser inestable y no tener buena relación con mi familia regreso con él. Estoy estudiando en la universidad y ese es otro motivo de peleas, dice que lo hago para pisotearlo y ser más que él. Yo estudio para mejorar nuestra situación y el día en que tenga hijos poder sacarlos adelante. Hasta que consiga empleo no tengo dónde vivir ni cómo mantenerme, y él dice que si nos separamos yo me tengo que ir de casa. Mis familiares no me apoyan.

A. A.

Usted es una mujer joven que tiene un matrimonio de poca data, sin hijos pero muy mal avenido. De acuerdo con su descripción, es víctima de maltrato de parte de su pareja, tanto físico como psicológico. Y frente a esta dificultad, su reacción no ha sido la adecuada en los siguientes aspectos:

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  1. No ha reconocido que su esposo es una persona alcohólica, la negación de este hecho no le permite reconocer que la conducta de su pareja no es normal, en tanto no es aceptable que su comportamiento cambie cuando él bebe, hasta el punto de llegar al maltrato físico. Como tampoco es normal que aun cuando no ha bebido la maltrate psicológicamente acusándola del malestar que él experimenta si usted no obedece a sus exigencias. Como por ejemplo, el hecho de que no quiera que estudie, que la amenace con botarla de la casa, el que pretenda su aislamiento de familiares y amigos, para que tan solo deba depender de él, porque no quiere sentirse acomplejado. Todos son síntomas de una intensa y enfermiza necesidad de mantenerla bajo su control, para que usted no decida abandonarlo.
  2. El alcoholismo es una enfermedad que requiere ser reconocida como tal, por el afectado y sus familiares, de modo que puedan responsabilizarse y buscar ayuda. Una relación con una pareja maltratadora y alcohólica es un ciclo de abuso complejo y peligroso que requiere de intervención profesional para ambas partes. El alcohol puede exacerbar comportamientos agresivos y de control, afectando la salud mental y física de la víctima y creando un ambiente de abuso, que resulta invivible.
  3. La pareja de una persona alcohólica tiene un alto factor de riesgo para su vida, por lo que no se debe tomar a la ligera, tanto por la posibilidad de enfrentar maltrato físico agravado, así como por el deterioro, en el tiempo, de su salud mental. Es así que las víctimas experimentan graves cuadros de angustia, depresión y ansiedad recurrentes que agravan su percepción de sí mismas, haciéndolas sentir culpables, insuficientes, débiles, con grandes temores y con un grave deterioro de su autoestima.

Le recomendaría que no enfrente sola esta situación, que busque ayuda especializada para usted misma, que le ayude a tomar decisiones y aprender a poner límites saludables. Y si no cuenta con familiares o amigos donde acudir, busque integrarse a grupos de ayuda para familiares y amigos de personas alcohólicas, como lo son los grupos de Al-Anon. No descarte el preparar un plan de emergencia, en el caso de una crisis o disputa, con números de emergencia y lugares donde solicitar ayuda, refugiarse y acudir a las autoridades.

Dra. Glenda Pinto Guevara, psicóloga clínica, máster TBE y terapeuta cognitivo-conductual.

Whatsapp: 099-961-2322.

Instagram: @psicologaglendapintog