El derretimiento de los casquetes polares se ha descrito a menudo en la cultura popular como un armagedón inductor de tsunamis. En “El día después de mañana”, aquella película de catastrofismo de 2004, el calentamiento de la Corriente del Golfo y las corrientes del Atlántico Norte provocan un rápido derretimiento polar. El resultado es una enorme masa de agua del océano que inunda la ciudad de Nueva York y más allá, matando a millones en el proceso. Y al igual que el reciente vórtice polar en el hemisferio norte, el aire helado se precipita desde los polos para provocar otra era de hielo.