Más de 6.000 ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae) llegan cada año a las costas de Ecuador para aparearse y dar a luz a sus crías, huyendo del frío invierno de la Antártida.

El área de reproducción se inicia en el norte de Perú y termina en Costa Rica y Panamá. Es conocida como “área de reproducción G” del hemisferio sur por la Comisión Ballenera Internacional (CBI), detalla el Ministerio de Turismo.

Las ballenas migran en grupos. Las primeras ballenas llegan en el mes de mayo. Primero vienen los machos jóvenes que necesitan una mayor oportunidad para aparearse y se movilizan a distancias mayores en el área de reproducción.

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Después llegan las hembras y machos maduros, entre julio y agosto. Finalmente entre agosto y septiembre llegan las hembras preñadas, once meses antes, para dar nacimiento a sus crías.

Las últimas ballenas en irse a la Antártida son las madres y crías, que necesitan mayor tiempo para amamantar a su cría y reforzar la capa de grasa para resistir el viaje de migración, durante octubre y noviembre.

El estado fisiológico de la ballena, como la reserva energética, podría determinar la movilización y dar inicio o terminación a la migración.

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Se cree que las ballenas regresan cada año al sitio donde nacen y son fieles a sus áreas de reproducción y alimentación. Posiblemente, aprenden la ruta migratoria desde jóvenes, gracias a factores externos como las corrientes marinas, topografía del fondo marino o la variabilidad en la temperatura del mar. (I)