Inundaciones, olas de calor, aumento de la temperatura, intensas sequías y hundimientos son algunos de los estragos que sufrirían Guayaquil, Portoviejo, Loja y Santa Cruz debido al cambio climático hasta finales de este siglo. Todos estos fenómenos tendrán un impacto económico en las arcas municipales y pueden ahondarse si estas ciudades no aplican acciones para disminuir, por ejemplo, sus altos índices de deforestación, expansión urbana desordenada y falta de planificación.