Por décadas la comunidad científica y académica ha intentado descubrir la procedencia de rocas que muestran signos de intensa actividad volcánica en Panamá, nación alejada de cualquier volcán activo. Pero la respuesta a este fenómeno geológico estaría en un reciente estudio que indica que estas rocas fueron arrastradas por el “viento de manto” a través de una especie de “pasaje subterráneo” desde las islas Galápagos, a más de 1.609 kilómetros, en Ecuador. Esto era desconocido por la ciencia hasta ahora.