‘La actuación no era mi pasión. Pero me sucedió', confiesa la actriz italiana Ornella Muti a EL UNIVERSO antes de su presentación en Festival Guayafest 2022

* Este reportaje fue realizado días previos al anuncio del toque de queda y estado de excepción en Guayaquil, consultar las redes sociales de los organizadores para posibles cambios.

Tras diez años de ausencia en la gran pantalla, después de su participación en A Roma con amor (de Woody Allen, en el 2012), Ornella Muti volvió a lucirse en público como presentadora del Festival de San Remo el pasado febrero. En esta afortunada ocasión la legendaria actriz italiana desembarcará en Guayaquil para ser homenajeada por su brillante trayectoria artística durante la Muestra de Cine Guayafest 2022, que tendrá su primera edición a partir del próximo 9 de noviembre y en la que se rendirá tributo al cine de Italia. “Nunca he visitado Ecuador. Así que estoy muy feliz por esta invitación. Me siento muy honrada y llena de entusiasmo”, expresó hace pocos días a EL UNIVERSO en entrevista telefónica.

Muti (cuyo nombre real es Francesca Rivelli) posee el don de la honestidad. Sin duda también del talento y de la belleza que la han hecho una de las mayores celebridades del cine europeo y una de las mujeres más atractivas del mundo. Fue el director Damiano Damiani quien la descubrió en 1970 para su filme La esposa más hermosa, cuando apenas tenia14 años de edad. “No sentía ningún interés por la actuación. Tenia muchas cosas en qué pensar, muchos sueños, muchos deseos clásicos de una joven de aquella edad”, recalcó. “No obstante, los trabajos seguían llegando y, a la final, me convertí en actriz”, admitió con simpatía. Este fue el inicio de una larga carrera, constelada por éxitos como Primo amore, El solterón domado, Crónica de una muerte anunciada, Experiencia prematrimonial, El amante bilingüe, la serie El Conde de Montecristo.

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Pero ¿qué la llevó a distanciarse una década del mundo del cine y de la vida pública?

En realidad durante todos estos años he hecho muchas cosas. Quizá ya no salen al extranjero, no sé qué decirte. Son tantas las cosas que he hecho que no las recuerdo todas. He hecho teatro en Rusia, he hecho una opereta…. He hecho televisión, cine, teatro de todo y más. Soy una soñadora imparable.

¿Cómo ha sido tu vida durante este tiempo de la pandemia? ¿Qué cambió en ti este duro acontecimiento mundial?

Yo lo he vivido en modo bastante sereno. La pandemia creo que ha sido sobre todo un enorme golpe psicológico para el mundo. Cuando sucede algo así a nivel global nos hace entender cuánto somos precarios y cuánto debemos prestar atención a nuestra incolumidad. Tenemos que mantenernos sanos mental y físicamente. Es lo más importante. Lo he vivido con serenidad, pues afortunadamente vivo en la campiña (provincia di Alessandra, con 900 habitantes) y las restricciones para nosotros han sido menos dificultosas. De seguro fue un momento muy oscuro, lleno de miedos, porque no hay salida por ningún lado. No puedes escapar de esta realidad. Vivo muy aislada, pero feliz, con mi hija Naike y su compañero. Mi otros dos hijos viven en Roma.

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Tu hija mayor Naike Rivelli, de 39 años de edad, heredó no solo tu belleza, sino que también brilla como actriz y cantante. ¿Cómo has logrado transmitirle tus pasiones artísticas?

No sé. A mis tres hijos, desde que eran pequeños, les he dado siempre lo mejor de mi. Quizá era sobre todo el lado artístico, fantasioso. Claro, el hecho de que yo sea una artista ha ayudado a desarrollar más esta faceta en su vida. Naike es una creativa fantástica.

¿Cómo es tu relación con tus otros dos hijos? ¿Son muy unidos?

Sí, mucho, pero sobre todo porque yo soy muy unida a ellos. Soy yo que soy ‘mamá gallina’ y me gusta tener esta relación estrecha con ellos. Son lo más importante de mi vida.

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Has comenzado muy joven en el mundo del cine, ¿cómo lo recuerdas? ¿Con mucho afecto?

Ha sido un poco fatigoso, porque la actuación no era mi pasión. Pero me sucedió. Hice de todo para evitarlo, pero prosiguió solo. Al inicio era un poco perpleja porque tenía otros intereses, otras intenciones, otras necesidades, otros deseos. Pero el trabajo seguía llegando y, a la final, me encontré haciendo de actriz.

¿Qué habrías hecho si no hubieses sido actriz?

Calcula que comencé a trabajar a los 14 años, por lo que tenía los mismos deseos que tienen los chicos jóvenes de aquella época. Quizá una carrera deportiva, aprender idiomas, quería viajar, quería ser bailarina de danza clásica, también soñaba con ser una científica nuclear. Estos eran mis sueños, pero a la final hice solo de actriz.

Pero la actuación te ha permitido cumplir parte de estos sueños…

Sí, es verdad. El deporte, por ejemplo, lo he tenido siempre en gran consideración. Practico yoga facial, practico todo lo que me ayude a mantenerme.

¿Es este el secreto de tu belleza que se mantiene intacta? ¿Qué se siente haber sido nombrada la mujer más bella del mundo por la revista italiana Class, en 1994?

Mantenerse bien es muy fatigoso porque el tiempo pasa y no es fácil seguirle los pasos. Me mantengo en un programa rígido, pues la vida cotidiana, la vida social te minan. Yo no bebo, me alimento con una dieta seria y siempre trato de mantener mi cuerpo sano. Como bien dicen: en cuerpo sano, mente sana. Muchas veces nuestra mente se ve en dificultad por lo que bebemos, comemos o nos equivocamos con lo que ingerimos. Es una comunión de cosas. Soy muy exigente conmigo misma.

En tu carrera, ¿crees que ha contado más la belleza o el talento?

Creo que ambas. Si tienes una carrera extensa que no acompañas con algo que sea atractivo, que guste, no dura. No puede ser solo belleza, porque esto a la final crea prejuicios y se pone en tela de juicio el talento. Espero haber logrado un buen equilibrio entre capacidad artística y belleza.

Resplandeces en ambos aspectos. Además, tienes una voz muy sexy.

Es porque tengo un problema real en las cuerdas vocales. Pero esto me lo ha provocado el teatro. Me debería operar, pero nunca logro encontrar el momento oportuno. Siempre estoy trabajando. Aunque ya me he acostumbrado a esta voz.

¿Esto te ayuda actualmente en la obra de teatro que estás interpretando? ¿Estás satisfecha con tu papel en Mi esposa Penélope, la versión de Luigi Malerba del libro en el que se inspira: Itaca para siempre?

Sí. En La Odisea, Penélope no reconoce a Ulises. Pero en esta versión de Malerba, ella lo reconoce enseguida y lo somete a una dura prueba, porque se ofende y le da rabia, porque no le permite tener dudas sobre ella. Es vista desde el lado femenino, mientras La Odisea es vista desde el lado masculino. Es una figura femenina fuerte que nutre muchas dudas sobre Ulises, en un juego de reciprocidad, pues él sospecha que ella lo traicionó. Le pongo el alma a este personaje que ha aprendido a defenderse.

¿Te llena más el teatro que el cine?

El teatro es una aventura muy distinta. Son ambos mundos maravillosos. El cine es visivo, la gran pantalla. El teatro tiene una comunicación inmediata con el público. Y cada noche es una aventura diversa.

Retornando a tu prematuro inicio en el cine, ¿sientes que desde entonces hasta ahora la situación para las actrices ha cambiado?

En teatro puedes hacer mil papeles femeninos sin ningún problema. En el cine es diferente. La televisión, las plataformas digitales internacionales como Netflix, Amazon, HBO, Apple realizan series muy femeninas. En Italia es muy difícil. Las historias son enfocadas más hacia el lado masculino.

A propósito de esto, las producciones cinematográficas y audiovisuales han evolucionado y ahora las plataformas digitales están en la puerta de casa, ¿qué opinión tienes al respecto comparándolas con las salas de cine?

El cine en Italia da fatiga. Antes una película duraba un mes en cartelera. Hoy como hoy solo una semana. Todo ha cambiado. La gente ya no va al cine. La pospandemia más bien ha ayudado en esto. Se abrieron las salas y la gente volvió a salir y a frecuentarlas porque ya nadie podía más con el encierro. Lo único positivo de la pandemia. Aunque hoy todos tienen televisiones grandes en casa y prefieren disfrutar de su comodidad, por lo que las salas de cine están pagando las consecuencias. No es como antes, al menos en Italia.

En cuanto a las nuevas tendencias y la presencia de movimientos como #Metoo en contra de la discriminación de géneros, ¿qué opinas tú? ¿Crees que las actrices, las mujeres en general en el campo artístico, siguen siendo relegadas?

En Italia, definitivamente sí. Pero no solo en el cine. Creo que las mujeres somos discriminadas en todo tipo de trabajo.

¿Qué consejos entonces podrías darle a las actrices jóvenes?

No es cuestión de darle consejos a las nuevas actrices. Es cuestión de cambiar la forma de pensar del público. Por ejemplo, en Italia los filmes son basados mucho en el aspecto femenino. Cierto tipo de filmes como los que se hacían antes en mi país, aquellos filmes de calidad, hoy son mucho más difíciles de encontrar. Aparte de Sorrentino, aquellos directores de entonces, como Monicelli, Scola, Germi, entre otros, hacían un cine más empeñado, más elevado. Incluso el cine de comedia, de humor era superior. Hoy está todo en dificultad. Insisto. Es muy difícil ver un filme de calidad como los de antes.

Sin duda eres una mujer combatiente que ha trabajado con directores de mucha personalidad como Dino Risi, Marco Ferreri, Damiano Damiani. ¿Este modo de ver el cine italiano actual es lo que te ha llevado a retirarte un poco de cámaras?

Creo que todas somos mujeres combatientes. Pero no me he retirado del cine, como crees. Solo que ahora soy más selectiva. Rechazo muchas propuestas porque no tengo ganas de hacer una película solo por hacerla. Sobre todo porque ahora al encender la televisión puedes acceder a historias importantes, bellas, trascendentes. Entonces no quiero involucrarme en cosas que, al principio te encandilan, pero luego resultan banales.

¿Con que director te gustaría trabajar hoy por hoy?

Más que un director, me interesa una bella historia. Porque además hoy hay muchos directores jóvenes que pueden hacer cosas hermosas. Cineastas como había una vez en Italia, los hay pocos. En realidad, no me creo expectativas. Prefiero las sorpresas que lleguen y no la desilusión.

De Ecuador y del cine latinoamericano, ¿qué nos puedes decir?

No he estado jamás en Ecuador. Estoy muy emocionada. Mi hija sí y me habla maravillas y hasta me ha encargado un sombrero de alpaca y uno de paja toquilla. Son hermosos. Del cine latinoamericano he visto cosas fabulosas. El mercado hispano en general realiza muy buen cine, series, con excelentes historias. Me fascina.

Con mucha gratitud y admiración por su enorme simpatía y sencillez concluimos esta entrevista. ¡Su presencia será un placer y un privilegio para Guayafest!