El cuidado de la piel es una preocupación constante a lo largo de la vida. A medida que pasan los años, los hábitos y necesidades de cuidado de la piel evolucionan. A los 25 años, es crucial establecer una rutina de skincare efectiva que siente las bases para una piel saludable y radiante en los años venideros.

La dermatóloga Rooxi Casquete es una guayaquileña especializada en el cuidado de la tez y ha dejado una guía para las pieles que transicionan a la adultez. Según la especialista, una piel joven se considera hasta los 25 años, posteriormente uno comienza a notar cambios como producto del envejecimiento que es tanto interno como externo.

El porcentaje de colágeno que produce el cuerpo se pierde con el pasar de los años. El efecto del colágeno se evidencia en la dermis y por efectos como el sol, los radicales libres o la glicación se altera la formación de este colágeno y surgen las arrugas.

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“Las rutinas se basan en el tipo de piel, en cómo ha sido su cuidado y en sus patologías”, indica la doctora. Los cuidados deben variar de acuerdo a aquello y se debe consultar con un experto antes de empezar una rutina con productos específicos. No obstante, hay pasos que recomienda seguir a todas las personas mayores de 25, obviamente con sus debidas normas y restricciones.

Limpieza suave y profunda

Una limpieza suave pero eficaz es lo ideal. Utilizar un limpiador facial que sea adecuado para su tipo de piel con fórmulas sin sulfatos y con ingredientes naturales para evitar resecar la piel es lo ideal. Según Casquete hay productos para piel grasa, con distintos componentes como ácidos y distintas concentraciones. Cada concetración tiene su razón y estos son factores muy importantes que se deben revisar antes de adquirir los productos.

Exfoliación regular

La exfoliación ayuda a eliminar las células muertas de la piel, mejorando la textura y el tono. A los 25 años, se puede comenzar a incorporar un exfoliante suave dos veces por semana en tu rutina. La dermatóloga Jessica Flores recomienda optar por exfoliantes químicos con ácidos suaves como aquellos compuestos por alfa hidroxiácidos y sus tipos: ácido láctico, ácido mandélico, ácidos cítricos y ácidos tartáricos. Cada uno proviene de sustancias como la uva, almendra, manzana y cítricos.

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Hidratación profunda

La hidratación es clave para mantener la piel joven y luminosa. No solo se debe aplicar sobre la piel una crema hidratante rica en ingredientes como ácido hialurónico, glicerina y ceramidas para mantener la humedad en la piel, sino que el consumo de agua es muy importante a esta edad, menciona Casquete. Considerar la incorporación de sueros antioxidantes para proteger la piel del daño causado por los radicales libres y la contaminación también es una opción.

Protección solar diaria

Existen protectores fluidos o de toque seco para pieles acneicas, grasas, secas, sensibles y con rosácea. La protección solar es esencial para prevenir el envejecimiento prematuro de la piel y reducir el riesgo de daño solar. Es vital utilizar un protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar (FPS) incluso en días nublados. Se debe seguir este paso todos los días, sin importar si está en interiores o exteriores.

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Cuidado específico

A medida que pasen los 25 años y se entre a los 30 y 40, es posible que empiecen a aparecer muchos signos de envejecimiento, como líneas finas y falta de luminosidad. La inclusión de productos con ingredientes como retinol, vitamina C y péptidos en la rutina resulta efectiva. Estos ingredientes pueden ayudar a estimular la producción de colágeno, mejorar la textura de la piel y reducir la apariencia de manchas.

Descanso y estilo de vida saludable

No hay que subestimar el poder del descanso y un estilo de vida saludable pues influyen en la salud de la piel. Dormir lo suficiente, mantener una dieta equilibrada, beber agua y reducir el estrés pueden tener un impacto positivo en la apariencia de la tez.