Si bien la primera comida que Arthur, el can ecuatoriano, recibió de manos de Mikael Lindnord fueron albóndigas de carne, una vez que estuvo instalado en Suecia junto con su familia, sus gustos latinoamericanos salieron a flote: le encantaba el pollito. Más específicamente, los muslos.

Como buen compatriota, también se deslumbró con la nieve y la disfrutó mucho más incluso que los pequeños hijos de Mikael, Philippa y Thor.

“Los primeros días quise seguirle dando el mismo tipo de comida que le di inicialmente, pero ya no la quería”, recordó entre risas Lindnord en una conversación exclusiva con este Diario, previa al estreno de la película Arthur the King, protagonizada por Mark Wahlberg, la cual dramatiza el encuentro de Lindnord con el perro ecuatoriano Arthur cuando el can apareció lleno de lodo y herido en una de las estaciones de transición del Adventure Racing World Championship 2014, donde el atleta descansaba.

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“Ver la película en el cine es una experiencia completamente distinta. Es una montaña rusa de emociones. En primer lugar, es una gran película familiar, es para todos. Pero especialmente los últimos 40 o 30 minutos, te mantienen en vilo. Es una película para tu corazón, para tu alma, Y creo que también te da una perspectiva de lo que es realmente importante en la vida”, comentó para nuestros lectores.

Lindnord aprovechó esta charla con EL UNIVERSO para explicar por qué Ecuador no se menciona en la cinta como el lugar del encuentro entre Arthur y Mikael, y en su lugar se lo ubica en República Dominicana.

“Yo sé que Ecuador está muy orgulloso de Arthur y no quiero que el país piense que los estoy defraudando porque acepté ese cambio. La decisión de filmar la película en República Dominicana durante la pandemia se dio porque, si no lo hacíamos entonces, no iba a haber película”, explicó. “Pero espero que todos quienes vean esta cinta, especialmente en Ecuador, se sientan orgullosos de Arthur y de lo que hicimos juntos. Y nunca los haré a un lado, porque yo hablo de Ecuador cada día, del lugar de donde viene Arthur, y planeo volver en noviembre con toda mi familia por el Adventure Championship, diez años después”.

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Lindnord cree que la historia de Arthur trasciende el nombre de los países e, incluso, la misma competencia en que se encontraban. “Se trata de Arthur, quien me mostró a mí y a todos los demás que, si nunca pierdes la esperanza, todo es posible”.

En 2019, Lindnord sí volvió a Ecuador, cuando la película aún se encontraba en preproducción, con la intención de lograr que la cinta se grabara en nuestro país; pero la pandemia de COVID-19 y las continuas postergaciones del proyecto inclinaron la balanza hacia un escenario diferente.

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Lindnord frente al mural en honor a Arthur en Conocoto, Qutito (Ecuador).

“Teníamos dudas”, expresó el productor Tucker Tooley, quien había quedado conmovido por el documental que ESPN realizó sobre Arthur y Mikael. “Queríamos encontrar la manera de rodar en Ecuador; pero, dado el calendario y nuestra limitada disponibilidad con Mark, optamos por la República Dominicana, que es muy similar en términos de imagen”.

Mikael encontró su mejor versión

En una gran revelación, Lindnord compartió que no hubo un momento específico en el que decidió adoptar a Arthur. De hecho, en 2016 ya había confesado para The Guardian que nunca había tenido un perro y tampoco quería uno.

“Pero lo que sí supe es que, cuando Arthur saltó al agua para seguirnos, él estaba decidiendo no rendirse y supe que esto era especial. Porque yo he estado alrededor de perros en Sudamérica, en Norteamérica, en Europa, y los he alimentado, incluso a gatos, pero esto fue diferente”, dijo refiriéndose a que ninguno de esos animales lo siguió por tanto tiempo. “Era algo que nunca había experimentado antes de Arthur”.

“Y como Arthur se negaba a rendirse, creo que eso me inspiró a dar lo mejor de mí para llevarlo conmigo a Suecia”.

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Pero además del rescate, en su memoria permanece imborrable la personalidad de Arthur. “Tenía un porte real, no le gustaba rogar por cosas; era muy firme. Y, dicho esto, lo mejor de él era su gran corazón, como un corazón humano: se preocupaba muchísimo por mí y por mi familia, mis hijos y la manera en que crecieron junto a él. Durante los primeros pasos de Thor, lo torturó porque se agarraba de su pelo, pero Arthur era un alma buena. Y quiero agradecer a Ecuador por prestármelo y por todos los años que tuvimos juntos”.

El elegido para interpretar a Arthur en la gran pantalla fue otro perro rescatado, Ukai, del refugio Redwood Pals, ubicado en el norte de California (Estados Unidos). El “cachorro desaliñado” pronto aprendió todos los trucos de su entrenadora de Hollywood, Mathilde de Cagney, para convertirse en una estrella. Además, tuvo dos dobles: Beau y Hunter.

Al ver por primera vez a Ukai, Lindnord no pudo evitar ceder a las lágrimas. Por su parte, el actor principal, Mark Wahlberg, tuvo una conexión inmediata con él. “Aunque tuvimos que adiestrarlo, a menudo dejábamos que las cosas sucedieran solas con Mark, que tenía un instinto sobre cómo tratarle y conectar con él”, comentó De Cagney.

A Wahlberg y Ukai lo acompañan en la producción Simu Liu (Barbie), como Leo, el novato del equipo de aventura; Nathalie Emmanuel (Juego de Tronos), como Olivia; y Ali Suliman (200 metros) será Chic, el atleta de trayectoria que se aferra a la victoria. Helena, la esposa de Lindnord, será interpretada por Juliet Rylance, con el nombre de Helen en su personaje.

La huella de Arthur en Ecuador

Inspirar a otros a convertir la compasión en acción, como Mikael lo hizo al llevarse a Arthur consigo, es el lema de la Fundación Arthur Ecuador, la cual cuenta con la asesoría directa de Lindnord.

Para el estreno de la cinta el equipo de la fundación diseñó un peluche inspirado en Arthur, cuyo 10 % de las ventas se destinará a fundaciones aliadas y rescatistas independientes, un movimiento que está en alza, según comentó para este Diario Esteban Castillo, fundador y chief marketing officer (CMO).

Gabriel Carrión Barragán, su vocero y creador de Lord Guau, fue quien ayudó personalmente a Lindnord en los trámites necesarios para que pudiera viajar con Arthur a Suecia.

“Mikael se sorprendió de la posibilidad de adoptar a una mascota. Nos dijo: ‘¿Y cómo se adopta a un perro?’. No olvidemos que viene de un país donde no hay perros en las calles. Para llevar a un perro a Europa se necesita una titulación de anticuerpos de rabia, un microchip, un proceso de tres meses y varias pruebas, así que yo tomé el caso para manejarlo bajo las regulaciones europeas; pero, cuando la historia se volvió mediática, todo se agilizó”.

Carrión recibió una llamada del consulado sueco en Colombia, en que le comunicaron que Arthur había sido nombrado invitado de honor del Gobierno de Suecia y que podría cumplir su cuarentena y otros procedimientos médicos en ese país.

“Sin embargo, sí nos encargamos del papeleo de nuestro pasajero VIP (very important pet). Y, como él, tenemos muchos otros ‘Arthurs’ que han sido adoptados por europeos. Hicimos todo con el corazón”.

Para despertar la conciencia de la ciudadanía y motivarlos a actuar localmente, la página de la fundación (www.arthurtheking.org) destaca relatos de otros magníficos rescates, como el de Yazu, encontrada en una aldea indígena quichua, en la selva amazónica de Pastaza (Ecuador).

Para saber dónde puede adquirir el peluche de Arthur, puede seguirlos en su cuenta de Instagram: fundacionarthurecuador.

Ese 8 de diciembre

El mundo entero se enteró del deceso de Arthur —luego de haber compartido seis años junto a Mikael— el 9 de diciembre del 2020. Pero, en realidad, Arthur descansó el 8 de diciembre a las 11:48 a. m. Solo que, naturalmente, su familia se tomó su tiempo para procesar la pérdida.

La causa de su partida fue un tumor maligno en la espalda baja. “Se acostó en la pequeña camilla en el suelo del hospital. No se movió y se negó a mirarme (parecía que pensaba que me había decepcionado). Y tenía la cabeza en dirección contraria a Helena y yo. Nos acostamos junto a él en el suelo y tomé su palma en mi mano”, recordó Mikael en un post de Instagram en el primer aniversario de la muerte de Arthur.

“Sentí como si el tiempo se hubiera detenido cuando de repente giró y levantó su cabeza lentamente con sus últimas fuerzas hacia mí. Me miró, tocó mi mano con su nariz, como un último beso, y luego simplemente se desplomó con su último aliento. Sé que tengo mucha suerte de haber experimentado esta conexión con un animal (...). Arthur, tal vez moriste ese día, pero mis recuerdos de ti nunca morirán. Te extraño cada día”.

Mikael escogió el nombre de Arthur para su nuevo amigo inspirándose en la historia del rey Arturo y en la actitud valiente y decidida del can por sobrevivir. Pero, luego de conversar con su ‘papá humano’, podemos decir que también vivió como un rey, como se lo merecía. ¡Gracias, Mikael!