Gracias a César Chávez, bibliotecario del Centro Cultural Benjamín Carrión de Quito, quien impartió un taller de lectura sobre escritoras latinoamericanas, pude conocer a María Luisa Bombal, narradora chilena de las primeras décadas del siglo XX, de quien leí su novela La amortajada, que se publicó en 1938. En Ecuador, en ese decenio, salieron a la luz varios de los clásicos de la narrativa del país: Los que se van, en 1930, y Huasipungo y Los Sangurimas, en 1934, escritos por hombres. No era habitual que las mujeres incursionaran en la narrativa. Claro está, hay excepciones. Una de las primeras cuentistas ecuatorianas fue Elisa Ayala.