Había terminado la guerra que dizque iba a acabar con todas las guerras en cosa de pocos meses, y que terminó siendo un infierno de cuatro años donde fallecieron millones de personas. Corría 1919. Cosas extrañas ocurrieron. Un joven de nombre Walter Benjamin, que había sobrevivido a la gripe de 1918, se escapa de su hogar para liberarse de su tiránico padre. Otro joven llamado Ludwig Wittgenstein toma la increíble decisión de no aceptar la enorme fortuna que le tocaría como descendiente de una de las más familias más ricas de Europa, para dedicarse a reflexionar con claridad.

Mientras tanto, el alemán Martín Heidegger, que había adoptado el oficio de meteorólogo para evitar ir al frente de guerra, estaba dedicado a planificar su carrera académica. Por otro lado, el joven Ernst Cassirer trabaja incansable en sus publicaciones con miras a obtener una plaza de profesor en la Universidad de Hamburgo. Este era el escenario en que se aprestaba a desarrollarse uno de los episodios más dramáticos y audaces de la cultura europea, que tendrá proyecciones en el resto del mundo. Las vidas de estas cuatro figuras van poco a poco a converger intelectualmente en la década que está por venir para convertirla en el eslabón más importante de la filosofía del siglo XX.

La historia de estos personajes, las peripecias de sus vidas personales y sus sorprendentes contribuciones al pensamiento filosófico son el tema central de un reciente libro de Wolfram Eilenberger, publicado en alemán en 2018, y que afortunadamente fue traducido al español casi enseguida: Tiempos de magos. La gran década de la filosofía 1919-1929 (Edit. Taurus, Madrid. Trad. Joaquín Chamorro, 2019, pp. 384).

La obra enganchará fácilmente al lector gracias al estilo de thriller con el que ha sido escrita, sin que ello menoscabe el rigor de su análisis y argumentación. En ella el tormentoso destino de estos cuatro revolucionarios del pensamiento y de cómo se entrecruzaron toman vida, a la vez que se da cuenta de las transformaciones que sacudían a la Europa de esa década. Hay otros personajes, no menos influyentes que los mencionados, a los que el autor pone atención. Tal es el caso de Bertrand Russel, Hannah Arendt y John Maynard Keynes. Todas estas figuras sentaron las bases de su pensamiento en esos años de gran efervescencia intelectual en otros campos, como los del arte, física y psicología.

El libro puede ser solicitado a las librerías de España o a la casa editorial.