Los objetos representan un vínculo con la persona fallecida. Al revisarlos, muchas personas toman conciencia de que la persona fallecida ya no regresará.
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La persona amada ya no está, pero su ropa y su sillón favoritos sí. Deshacerse de las pertenencias del padre, compañero o hermano muerto es una tarea muy dura para los familiares. No solo desde lo organizativo, sino sobre todo desde lo emocional.
Los objetos representan un vínculo con la persona fallecida. Al revisarlos, muchas personas toman conciencia de que la persona fallecida ya no regresará.
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“Me arrepiento de haber pedido la salida voluntaria”, dice de entrada esta migrante nacida en Venezuela luego de solicitarle a ICE su autodeportación.
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