Cuando era un pequeño estudiante del colegio Javier de Guayaquil, un buen amigo del aula le puso como apodo el Pulpo Scalise, tal como era llamado un popular futbolista argentino que jugó en Liga de Quito.

El apodo se mantuvo a través de los años quedando solo como el Pulpo y actualmente, cuando han pasado casi 50 años desde ese improvisado bautizo colegial, ese sobrenombre está relacionado con la más prestigiosa lucha contra el cáncer desde la ciudad de Houston (Texas). Es allí donde el doctor Luis Eduardo Fayad, hematólogo, oncólogo y especialista en medicina interna, se ha destacado por sus investigaciones y tratamientos desarrollados en el Departamento de Linfoma y Mieloma del Centro Médico Anderson.

“La medicina se ha extendido en muchas áreas, por ello las superespecialidades son necesarias en muchos casos, por ello en instituciones como el Anderson los médicos nos superespecializamos en ciertos tipos de cáncer”, indica este profesional que el jueves 19 de noviembre recibirá la condecoración Pedro Vicente Maldonado de la Asamblea Nacional por los servicios relevantes que ha brindado a la patria.

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En un hospital como el Anderson habemos médicos que hacemos investigación, que buscamos drogas nuevas, que aprendemos características genéticas y moleculares del tumor para desarrollar otros tratamientos… Tratamos todos los días con ese tipo de casos”.

El doctor Fayad, quien ha pasado casi dos décadas de sus 59 años de edad como médico del Anderson, es solicitado por pacientes de todo Estados Unidos y del mundo para atender tipos de cáncer especialmente complicados o “raros”, como él define. “En un hospital como el Anderson habemos médicos que hacemos investigación, que buscamos drogas nuevas, que aprendemos características genéticas y moleculares del tumor para desarrollar otros tratamientos… Tratamos todos los días con ese tipo de casos”.

Apoyo a los ecuatorianos

El Pulpo Fayad, tal como es conocido, trabaja en nuevos desarrollos que mantienen firme la esperanza de recuperación. “Usamos drogas nuevas o drogas antiguas con drogas nuevas, todo para tratar de curar el cáncer mejor que antes”, dice a través de Zoom.

La pregunta resulta necesaria. ¿El cáncer llegará a ser una enfermedad curable? “El cáncer no es una enfermedad, sino muchas enfermedades… Un melanoma muy chico puede matar a una persona y un linfoma muy grande puede ser curado. Es decir, depende de la enfermedad y de otros factores… Muchos tipos de cáncer pueden ser curados… Cada vez hay más avances en este tipo de enfermedad”.

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Yo quiero mucho a los ecuatorianos. Yo soy ecuatoriano. Trato de ayudar. Tengo una posición en mi trabajo que me permite dar servicios y conexiones con médicos expertos que he conocido a lo largo de la vida...".

Los ecuatorianos son especialmente beneficiados por los desarrollos del doctor Fayad, ya que la comunidad de compatriotas en Estados Unidos suele buscarlo para tratarse en el ámbito oncológico, aunque también recibe a muchos nacionales que viajan desde nuestro país para buscarlo en consulta, diagnóstico y para someterse a tratamientos considerados de vanguardia.

El Dr. Luis Eduardo Fayad vendrá a Ecuador para recibir la condecoración de la Asamblea Nacional. Foto: Fausto Andrade (cortesía).

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“Yo quiero mucho a los ecuatorianos. Yo soy ecuatoriano. Trato de ayudar. Tengo una posición en mi trabajo que me permite dar servicios y conexiones con médicos expertos que he conocido a lo largo de la vida... Hay enfermedades raras y no tan raras en las que tratamos de apoyar u orientar… Así podemos cambiar el final de la historia o al menos intentarlo”. Y esas conexiones incluso pueden lograr que, ocasionalmente, sus pacientes reciban beneficios especiales.

A pesar del difícil terreno en que se desenvuelve, el doctor Luis Eduardo Fayad dice disfrutar lo que hace. “No me impone un sacrificio. Quizás tiempo y algo de estrés, pero hay una gran satisfacción al sentir que en una hora quizás podamos ayudar a alguien… eso vale la pena”.
Cada vez hay más gente que se cura del cáncer, insiste el Pulpo, para lo cual paciente y médico deben actuar de manera apropiada desde el comienzo para ampliar las posibilidades de sanación. “Hay mucha gente que se cura, incluso en casos que lucían muy difíciles”, considera.

Tales resultados resultan posibles gracias a las superespecializaciones, insiste este profesional; “en cualquier país son importantes”, como un hematopatólogo experto en ciertas enfermedades o un neurocirujano de partes específicas del cráneo. Esas habilidades muy específicas permiten combatir de mejor forma las enfermedades.

Cuidados preventivos

Pero la responsabilidad mayor está en el paciente a través de cuidados preventivos. El médico explica que, por ejemplo, después de los 40 años de edad, una mujer debería hacerse controles periódicos para la detección temprana de cáncer de mama o del cáncer de cuello uterino; este último a causa del virus del papiloma, por ello recomienda vacunarse. El cáncer de estómago también es común. “Y las cifras del cáncer de colon provocan que en Estados Unidos todos se hagan colonoscopías después de los 50 años de edad”.

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La exposición severa a los rayos del sol es otro factor de riesgo para prevenir. “Cuando éramos niños nos decían: ‘mientras más quemadito, más bonito’. Pero todo ese daño podemos pagarlo después”. La destrucción de la capa de ozono es uno de los causantes, añade. Los fumadores también son un grupo que registra mayores posibilidades de contraer cáncer. “El tabaco provoca cáncer de pulmón, cáncer de vejiga y otros”.

Fayad conoce también investigadores que analizan la relación entre el uso no controlado de pesticidas en los productos agrícolas y la presencia de cáncer. “Porque si una plantación de arroz recibe pesticidas, ¿quién se come el pesticida? La persona que consume ese arroz. Y ese químico no se queda en el arroz, sino que el agua lo lleva a otros lugares que contamina”.

Es verdad que curamos mejor a muchos de ellos, pero la incidencia de casos está aumentando”.

La presencia del cáncer en la población está relacionada a un universo amplio de situaciones que requiere, incluso, políticas de Estado que son muy importantes en cada país, indica Fayad, quien agrega que los estudios han demostrado que en la actualidad hay mayor presencia de cáncer que en el pasado. “Es verdad que curamos mejor a muchos de ellos, pero la incidencia de casos está aumentando”.

En el pasado el promedio de vida era de unos 40 años, “la gente moría de tuberculosis o de otra enfermedad que ni siquiera sabíamos; ahora vivimos más, por eso nuestras células tienen más tiempo para sufrir mutaciones y producimos cáncer por todo lo mencionado anteriormente... Vivir más tiempo aumenta el riesgo de cáncer en las personas”.

Pero gracias a profesionales como el Pulpo Fayad hay más esperanzas de curación.

Contacto: lefayad@mdanderson.org.