Si alguien me hubiera dicho que iba a ver una película hablada en quechua que se desarrolla en una población andina de Perú y con temática homosexual, no lo habría creído. Pero justo eso y más es lo que ofrece el filme Retablo (Perú, 2017), dirigido por Álvaro Delgado Aparicio, que además tiene una belleza visual que impresiona con los vivos colores de los Andes.

La historia va más o menos así: Noé (Amiel Cayo) es un maestro retablista muy reconocido y respetado en su comunidad. Todos los días va acompañado de su hijo Segundo (Junior Béjar) a diferentes puntos cercanos para entregar sus obras y receptar nuevos encargos, mientras su madre, Anatolia (Magaly Solier) se queda en casa ocupándose de las labores domésticas. En uno de sus viajes, Segundo ve a su padre realizando un acto que no se esperaba y, lo que es peor, no puede revelar a nadie.

A pesar de que Junior Béjar es un actor novato –este es su primer papel– saca delante de manera bastante convincente una interpretación difícil, con muchos silencios, miradas y reacciones que dejan ver su frustración, su propia confusión ante lo que está viviendo".

A partir de este momento, Segundo empieza a cambiar y se vuelve huraño, irresponsable, hasta violento. No sabe cómo reaccionar ante el secreto que ahora conoce de su padre, hasta que un hecho fortuito lo hará tomar una decisión.

Publicidad

A pesar de que Junior Béjar es un actor novato –este es su primer papel– saca delante de manera bastante convincente una interpretación difícil, con muchos silencios, miradas y reacciones que dejan ver su frustración, su propia confusión ante lo que está viviendo. De igual manera, los actores que representan a sus padres, transmiten sus complejas emociones con naturalidad.

Es igual de interesante el lenguaje visual utilizado por el director para contar esta historia. Muchos de los encuadres y tomas parecen estar enmarcadas, como si estuvieran dentro de uno de los retablos que elabora el protagonista, excepto en los momentos de mayor carga emocional, donde todo se descontrola y deja de ser tan cuadrado.

Es cierto que la película es un poco lenta al principio y se toma mucho tiempo en presentarnos la forma de vivir de los protagonistas y de su comunidad".

Así como tan cuadrada es la forma de pensar de los habitantes de esta comunidad que no pueden concebir otro tipo de relación que no sea la heterosexual tradicional. Cualquier otro tipo de conducta debe quedar escondida, oculta, detrás. Así como los retablos, que generalmente se colocan también en la parte de atrás. Los subtextos son muy importantes en esta historia y eso es justamente lo que la hace atrayente.

Publicidad

Es cierto que la película es un poco lenta al principio y se toma mucho tiempo en presentarnos la forma de vivir de los protagonistas y de su comunidad. Pero eso mismo es lo que vive y conoce Segundo, por lo que cuando descubre el secreto de su padre, el impacto le pega con fuerza.

Retablo lleva ya algún tiempo dando vueltas por festivales internacionales y recibiendo algunos reconocimientos como premios en el Festival de Cine Latinoamericano de Vancouver, la Berlinale y una nominación a los premios Bafta. Si usted quiere verla, la cinta está disponible en Netflix. (O)