Es riquísima y muy saludable. La leche de avellana tiene propiedades útiles para el bienestar de tu cuerpo especialmente si eres intolerante a la lactosa o tu dieta es vegana o vegetariana.

Las propiedades de esta bebida vegetal no son las mismas que las de la leche común, sus beneficios están netamente vinculados al fruto: las avellanas.

Según Florencia Villafañe, nutricionista argentina, especialista en hábitos alimentarios y nutrición en parálisis cerebral, este fruto seco aporta vitaminas, minerales, proteínas y ácidos grasos insaturados, al igual que fibra y sustancias antioxidantes.

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Los minerales de las avellanas son necesarios para formar tejidos, llevar a cabo procesos vitales y contribuir al crecimiento.

Según la información dada por la Dirección Nacional de Alimentos del gobierno argentino, estos son los minerales que aportan las avellanas:

  • potasio
  • calcio
  • fósforo
  • magnesio
  • zin
  • hierro

Y aunque el calcio en la leche de avellana no es absorbido en su totalidad como en la leche común (de vaca), para aquellos que son veganos, es una fuente importante y un método rico de consumo.

El consumo ideal de lácteos oscila entre 2 y 3 raciones de lácteos al día en niños y adultos.

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Las grasas insaturadas de las avellanas ( que predominan en los frutos secos) son claves para el desarrollo y funcionamiento del sistema nervioso, como así también para mantener el colesterol malo (LDL) en niveles bajos, aumentar el bueno (HDL) y disminuir los triglicéridos. Por ello, según la revista española de cardiología, Revespcardiol, consumir leche de avellana previene enfermedades cardiovasculares.

Además por su contenido en fibra, evita el estreñimiento y mejora la función digestiva. Florencia Villafañe indica que la fibra dietaria es una reguladora natural del peristaltismo, por lo que resulta de utilidad en personas con constipación crónica. De todas maneras, debe establecerse su consumo total diario en base a la funcionalidad de la microbiota intestinal, respecto a la cual tiene interacciones.

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Tres cuartas partes del suministro mundial de avellanas se producen en Turquía. Foto: BBC Mundo

Villafañe, detalla en el su artículo publicado en el portal mejorconsalud, que su ingesta beneficia el desarrollo neuronal y promueve el cuidado del sistema nervioso ya que este fruto contiene hierro, ácido fólico y otras vitaminas del complejo B, como la B1, la B2, la B3 y la B6 y asegura que la leche de avellana se puede ingerir desde la infancia y durante toda la vida. Incluso puedes prepararla en casa.

La especialista recomienda preferir las formas naturales y caseras, para así no lidiar con los agregados industriales de la industria.

En caso de que no consumas lácteos, la leche de avellana se puede hacer de forma casera.

Ingredientes:

Forma de preparación:

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  • Remoja las avellanas por 8 horas para que se hidraten lo suficiente y dupliquen su volumen. Ten en cuenta que deben estar crudas. No sirven si están tostadas.
  • Luego de este tiempo, hay que escurrirlas y colocarlas en una procesadora.
  • En principio, puedes utilizar 3 tazas de agua por cada taza de avellana remojada, pero si quieres que sea más concentrada, varías las cantidades. Tienes que agregar el agua de a poco para que te sea más fácil el proceso.
  • Una vez que tengas la preparación lista, lo siguiente es pasarlo por un filtro de tela para separar el líquido y, una vez que hayas terminado, tienes tu bebida vegetal.
  • Por último, guárdalo en una botella con tapa y añádele el saborizante que prefieras. (S)