¿Alguna vez imaginaste que algo tan simple como que la cáscara de mandarina pudiese ser recomendado por sus propiedades medicinales? Pues así es, este elemento que a menudo desechamos contiene grandes cantidades de un poderoso compuesto (flavonas polimetoxilatados) que reduce el colesterol malo "LDL" en la sangre.

Pero probablemente te estás preguntando cómo consumirla y la respuesta es sencill: solo debes tomarla y ponerla en agua caliente, como si de preparar un té, se tratara.

Diabetes y enfermedades cardíacas

Esta infusión previene el desarrollo de enfermedades.

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Dado que la piel de la mandarina contiene nobiletina, un flavonoide que, según un estudio publicado en la revista Science Daily, reduce el riesgo de padecer diabetes tipo 2, asteroclerosis y enfermedades cardíacas.

Previene los signos del envejecimiento

La cáscara de mandarina es fuente de vitaminas A y C, ambas estimulan la producción de colágeno, proteína responsable de la firmeza y elasticidad de los tejidos que forman el organismo, como la piel.

Anticancerígeno

De acuerdo con una nota publicada en la sección Vida Sana del portal web MUI, esta gran bondad se debería a los efectos del oxido nítrico, que está presente tanto en la pulpa como en la cáscara de mandarina, su ingesta en recomendada para prevenir el daño celular que puede conducir al desarrollo de enfermedades infecciosas y cáncer.

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Restaura la salud digestiva

Uno de los beneficios más conocidos, pero no menos importante, es el soporte que da la mandarina a la salud digestiva, y lo cierto es que ello se debe a que la cáscara de mandarina aumenta la absorción de nutrientes y contribuye a la descomposición de los alimentos, aportando de este modo, a tener una digestión más saludable. (I)