El suero de leche es una de las proteínas primarias de los productos lácteos. Resulta de la fabricación del queso, y provee cantidades sustanciales de los aminoácidos esenciales que las proteínas necesitan para las células para sintetizar proteínas.

Generalmente en polvo, se añade a los líquidos o comidas blandas como purés de frutas. Comúnmente se lo toma para mejorar el desempeño atlético y atender deficiencias nutricionales u otros problemas de salud.

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Los beneficiarios

Según el equipo de investigaciones de la Clínica Mayo (Estados Unidos), el uso de suero de leche para condiciones y actividades muestra resultados en:

-Ejercicio de entrenamiento. Mientras que alguna evidencia sugiere que tomar el suero de leche como parte del programa de entrenamiento aumenta la masa muscular y la fuerza, otros estudios no arrojan beneficios. El suero podría ayudar a acelerar la recuperación del músculo después de ejercicio intenso.

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-Malnutrición. El suero de leche podría ayudar a ganar peso en personas que tienen problemas para subirlo y retenerlo, como adultos mayores y aquellos con VIH/sida.

-Curación de heridas. El suero de leche ha mostrado beneficios en personas que se recuperan de quemaduras y aquellos con heridas crónicas (úlceras venosas, diabéticas o de presión).

-Alergias. La fórmula hidrolizada contiene proteína que ha sido fragmentada, de manera que es más pequeña que las que contiene la leche de vaca y de soya. La investigación muestra que los niños pequeños que reciben una forma hidrolizada de suero de leche tienen un riesgo menor de desarrollar dermatitis atópica (eczema) que los niños que consumen una fórmula estándar. Y también parece reducir el riesgo de reacciones alérgicas en infantes con predisposición.

Bajo la lupa

Sin embargo, la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard tiene una postura sumamente cautelosa sobre los polvos proteínicos en general. Estos, explica la entidad, pueden contener azúcar añadida e incluso químicos tóxicos.

Los polvos proteínicos provienen de las plantas (soya, fréjoles, arroz, papas o cáñamo), los huevos o la leche (aquí está el suero o caseína).

Los polvos, dice la universidad, pueden incluir otros ingredientes como azúcares, saborizantes artificiales, espesantes, vitaminas y minerales. La cantidad de proteína por porción puede variar de 10 a 30 gramos, dependiendo de si el suplemento está dirigido a la pérdida de peso o al aumento.

¿Cuáles son los riesgos? Según Harvard, los fabricantes son los responsables de evaluar la seguridad y etiquetado de los suplementos dietarios, y por eso no hay manera de saber si una proteína contiene lo que el empaque dice.

Tampoco se conocen los efectos a largo plazo. “Hay información limitada en los posibles efectos secundarios de la alta ingesta de suplementos proteínicos”, dice Kathy McManus, directora de Nutrición en el Brigham and Women’s Hospital, en Boston, Massachusetts.
Y están las molestias gastrointestinales para los que tienen alergia a la leche y sus derivados o problemas para digerir la lactosa.

Además, el producto podría estar cargado de azúcares y calorías. No es el caso de todos, pero algunos pueden contener hasta 23 gramos de azúcar por porción. Un vaso de leche podría convertirse en una bebida de más de 1200 calorías, con la consecuente subida de peso y aumento del azúcar en la sangre. La Asociación Estadounidense para el Corazón recomienda un límite de 24 gramos de azúcar añadida al día para las mujeres
y 36 para los hombres.

El problema de la contaminación

Pero lo que más preocupa a McManus son las toxinas. Este año, el proyecto Clean Label (etiqueta limpia) creó un reporte sobre el contenido tóxico en los polvos proteínicos. Fueron 134 productos bajo escrutinio contra una lista de 130 tipos de toxinas. Muchos de los polvos contenían metales pesados (plomo, arsénico, cadmio y mercurio), bisfenol A (BPA, el que se usa en el plástico), pesticidas u otros contaminantes. Y algunos estaban en cantidades significativas. Por ejemplo, uno de los productos contenía 25 veces el límite permitido de BPA. Esto ocurre durante el proceso de manufactura, o bien los contaminantes proceden del suelo, y las plantas lo absorben.

¿Entonces hay suplementos de proteína limpios? Sí. CleanLabelProject.org tiene una lista de los resultados. ¿Significa que podría tomarlos libremente? No es tan sencillo como eso. McManus dice que pudieran ser buenos para usted, si su médico lo supervisa.

No para todos

Eso sí, especifica que con esta condición, podría haber buenos resultados en personas que tienen problemas para alimentarse o falta de apetito (por procedimientos médicos o por edad avanzada). También sería positivo para quienes tienen heridas quirúrgicas o por presión que no están sanando bien. Y en quienes tienen condiciones serias y necesitan proteína de manera urgente, como en el caso de quemaduras graves.

Para el resto de las personas es posible conseguir suficiente proteína de una dieta saludable y variada, es el consenso de los voceros de la Clínica Mayo. Sin embargo, si usted tiene problemas para suplir sus necesidades diarias de proteína debido a una condición médica que puede estar entre las ya mencionadas, pregunte a su doctor si el suero de leche podría ayudarle. No lo use, sin embargo, si tiene alergia o sensibilidad a los lácteos.

CIFRA

46 gramos al día de proteína es lo óptimo para mujeres y 56 g para los hombres; un huevo le da 6 g y una taza de leche, 8.

EN LA MENOPAUSIA

También se sugiere que podría ayudar a prevenir la sarcopenia (pérdida de masa muscular por envejecimiento o sedentarismo). Luego de la menopausia, la mujer empieza a perder músculo, especialmente si no realiza ejercicio anaeróbico.

LEA LAS ETIQUETAS

La proteína aislada de suero de leche hidrolizada, sin azúcar (o con endulzante), está entre las más recomendables. Las que tienen sucralosa o no son hidrolizadas o se toman en cantidades no apropiadas pueden causar malestar abdominal.