Día a día respiramos, pero no lo hacemos de forma consciente. Más de 8000 litros de aire entran en nuestro cuerpo cada 24 horas y ese aire es nuestra principal fuente de nutrición, pues nos aporta oxígeno y nos ayuda a la regeneración celular, a expulsar toxinas, a mejorar el insomnio y a bajar los niveles de estrés.